Francia no retirará todas sus tropas de Malí y dejará a 1.000 militares fijos

París empezó ayer martes la retirada de sus hombres, que se irá completando a lo largo de 2013 con la sombra del conflicto a sus espaldas. En Koulikoro, a medio centenar de kilómetro de Bamako, la capital, unos 200 formadores de siete países de la Unión Europea instruyen a militares locales que deberán desplegarse en el norte del país para hacer frente a los yihadistas.

La compliacada situación sobre el terreno impide en todo caso que los planes que en principio estaban previstos de un regreso rápido de las tropas francesas puedan llevarse a cabo. La guerra sigue abierta, la transición democrática se complica y la desconfianza en el maltrecho e inestable Ejército local, protagonista de un golpe de estado hace un año, hace necesario el apoyo de una fuerza internacional.

Más como un gesto que como una retirada de peso, un grupo de cien paracaidistas franceses salieron de Malí ayer, pero el goteo de vuelta será lento. En julio todavía habrá 2.000 militares desplegados y la decisión es dejar como fuerza de apoyo en combate permanente 1.000 militares. París espera que la normalidad gane protagonismo con la celebración ese mes de elecciones presidenciales y legislativas, pero nadie está en condiciones actualmente de asegurar que los comicios vayan a llevarse a cabo.

Naciones Unidas espera contar en su misión de paz con un total de 11.200 militares y 1.440 agentes de Policía una vez que desciendan los choques armados, según la solicitud hecha por el secretario general, Ban ki Moon.

Malí vive todavía bajo la amenaza de diversos grupos yihadistas, más o menos próximos a los terroristas de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI). La ofensiva francesa los desalojó de las principales ciudades del norte, pero ahora el grueso de estos rebeldes se ha replegado a una zona montañosa y de complicado acceso al sur de la frontera con Argelia. Es allí donde les han hecho frente a lo largo de varias semanas militares franceses y chadianos.

Algunos insurgentes siguen pretendiendo recuperar su poder perdido en ciduades como Gao o Tombuctú con ataques, atentados y escaramuzas esporádicas. Las tropas francesas mantienen en marcha desde principios de esta semana la denominada operación «Gustav» al norte de Gao especialmente contra elementos del Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (Muyao).