Los yihadistas no quieren dar por perdida Tombuctú

El edificio público en el que se habían atrincherado algunos de los atacantes fue destruido y en su interior hallaron los cuerpos de tres yihadistas ayer lunes, según el testimonio de un cámara de televisión citado por la agencia France Presse.

En total una decena de personas habrían muerto desde la noche del sábado, según esa agencia de noticias. Entre los fallecidos hay un militar malí y varios insurgentes, algunos de ellos terroristas kamikazes. En uno de los casos uno de los suicidas murió junto a un civiel negeriano que tomó como rehén.

Los disparos se sucedieron a lo largo del fin de semana en pleno centro de la localidad, en los alrededores de la famosa mezquita de Djingareyber y del campamento que acoge a los militares.

Todo comenzó cuando un terrorista a bordo de con coche cargado de explosivos trató de inmolarse en un control a la entrada de Tombuctú el sábado. En el atentado sólo logró herir a un soldado.

Esta técnica es la misma empleada por los yihadistas hace semanas en Gao, la otra gran ciudad del norte de Malí.

Hoy martes está previsto que el programa de la Unión Europea empiece a llevar a cabo la formación de unos 3.000 militares malíes. El Ejército local, cuya estabilidad pende de un hilo desde que hace un años varios de sus integrantes dieron un golpe de Estado, deberá ir poco a poco haciéndose cargo de la seguridad en el país.

Francia, que lidera la operación militarinternacional desde hace casi tres meses, tiene intención de retirar gradualmente a sus 4.000 militares desplegados en el país africano desde finales de abril.

Hay serias dudas de que las maltrechas tropas locales y las de otros países de la región que ya han mandado a sus efectivos vayan a ser capaces de hacer frente a los yihadistas y los terroristas de Al Qaida y grupos afines que llevan años campando a sus anchas en el país.