Dos días para decir «Sí, quiero» en las Malvinas
Los isleños acuden a las urnas en un referéndum en el que se espera un claro respaldo a la continuidad de su estatus como territorio británico
Dos días para decir «Sí, quiero» en las Malvinas
La pregunta es fácil y la respuesta se conoce por anticipado. ¿Desea usted que las islas Falklands retengan su actual estatus político como territorio de ultramar de Reino Unido? Los que tienen derecho a voto, algo más de la mitad de la población, contestarán «Sí», ... entre hoy y mañana. Quizás alguno opté por el «No», pero se entendería más como una «chicana» (broma) que como un sentimiento real.
Dos días en cualquier otra parte del mundo serían demasiado para celebrar un referéndum pero las Malvinas son diferentes. En esos dos días unos 1.600 «kelpers», como se refieren los argentinos, despectivamente, a los habitantes del archipiélago del Atlántico Sur, van a ratificar que quieren ser británicos. Que a Argentina, aunque esté cerca –unos 550 kilómetros de la costa patagónica– la quieren lejos y que ellos tienen voz y voto propio a pesar de lo que diga el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que no reconoce, como la ONU, la consulta.
En estos dos históricos días se celebra un virtual referéndum de autodeterminación inglesa en estas islas donde cayeron 649 soldados argentinos y 1.068 quedaron heridos o mutilados. En el bando británico las bajas fueron 255 y 775 los que llevan en el cuerpo el recuerdo de las balas. Entre los isleños, testigos aterrados de la contienda, dos fueron los muertos.
El desembarco de fuerzas militares argentinas se produjo el 2 de abril de 1982 y la rendición el 14 de junio. La guerra fue el último cartucho de la dictadura militar para tratar de quedarse en el poder. Lo hizo en vano, fue el principio del fin del régimen.
En aquellos dos meses y pico de contienda se produjo también el golpe fatal a cientos de jóvenes argentinos enviados a las trincheras sin pertrechos adecuados, con escasez de alimentos y, para hacer más terrible su pesadilla, bajo mandos abusivos.
Lado oscuro
El pasado año se publicaron una docena de libros sobre la guerra de las Malvinas. Por primera vez, salieron títulos que narraban y recogían los testimonios de combatientes contando los suplicios a los que le sometieron, sobre el terreno de combate, sus superiores. En «Lágrimas de hielo», de Natasha Nievieskikwiac, «está, prácticamente, todo», confía la autora. Hernan Dobry centró el suyo en, «Los rabinos de Malvinas», en el ensañamiento de los militares argentinos con los judíos «conscriptos» (los que hacían la mili) y sorprendió a una colectividad castigada dentro y fuera de las fronteras argentinas.
Tuvieron que pasar estos años para que Argentina pudiera ver el lado oscuro de un conflicto que es causa nacional. En este contexto el Senado argentino impulsará esta semana una sesión extraordinaria para «condenar» el referéndum. Tanta actividad contrasta con un sondeo realizado por las firmas argentinas Ibarómetro y la británica YouGov, que asegura que la población de ambos países tienen un desconocimiento enorme de lo que sucede hoy y mañana en las Malvinas. Según las consultoras, seis de cada diez argentinos no tiene ni idea y en el caso británico, el 62% desconoce que este domingo se abran las urnas a 12.000 kilómetros de Londres, en otras islas, en las Falklands.
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