La viuda de Belaid protagoniza la voz opositora en Túnez

Poco después de que el monumento fuera arrasado en el lugar donde Balaid recibió varios disparos a muy corta distancia, su viuda se hizo presente para seguir dando la cara a favor de lo que ella considera una necesaria batalla por la democracia y contra los desmanes que están llevando a cabo los islamistas que ganaron las elecciones de 2011 y que lideran la coalición de Gobierno.

«Quienes han destrozado la estatua es gente desprovista de toda humanidad», declaró Besma Khalfaoui a la agencia oficial TAP. «Este acto criminal, que refleja el miedo que hay a Chokri Belaid, no hace más que reforzar mi determinación a seguir adelante mi militancia».

La mujer fue más allá y culpó explícitamente de lo ocurrido con el monumento al ministro del Interior, Ali Layaredh, según declaraciones recogidas por la agencia France Presse.

Besma Khalfaoui desafía no solo a aquellos que han matado a su marido, sino a aquellos que consideran que como mujer debe mantenerse en una esfera más privada. Sin llamar a la violencia en ningún momento, trata de demostrar que seguirá luchando en la calle a cualquier precio. Su presencia en las protestas callejeras es frecuente y sus testimonios son ya ariete habitual de las autoridades.

Un agente de Policía murió en los disturbios que salpicaron el país en las horas posteriores al asesinato de Belaid. Khalfaui visitó a la viuda del agente en un nuevo llamamiento a la no violencia.

Ya recibió críticas de sectores islamistas cuando tomó parte muy activa en el funeral de Belaid a lo largo del viernes 8 de febrero acompañada incluso por su hija de corta edad. Khalfaoui alzó los dedos haciendo el símbolo de la victoria mientras accedía al cementerio formando parte de un cortejo en el que había, desafiando la tradición, otras mujeres.

El ambiente creado le ha llevado a solicitar vigilancia para ella, sus familiares y su casa, pero, asegura, las autoridades se la siguen negando. Sí se ha ofrecido vigilancia a algunos líderes de la oposición cuya vida podría correr la misma suerte que la de Belaid en un país donde la violencia sigue a la orden del día.

Khalfaoui es una mujer de de pelo cano que ha ganado presencia en la esfera pública tunecina desde la muerte de su marido. No se esconde ni se muerde la lengua. Molesta y ella lo sabe.

El asesinato de Belaid ha abierto la crisis política más grave desde que la revolución popular en este país, que abrió la Primavera Árabe, acabara con la dictadura del presidente Zine El Abidin Ben Alí. La familia y, en general, la oposición, acusan al entorno más radical del partido islamista Ennahda -líder de la coalición de Gobierno- de estar detrás de su muerte. Ennahda asegura que no tienen nada que ver.

Las autoridades afirman que siguen investigando la muerte del opositor de izquierdas, pero, hasta el momento, no han anunciado detenciones.