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ABC Cultural

La vida en El Pardo: el epicentro del franquismo que no es 'Lugar de Memoria Democrática'

Desde su Palacio, Franco dirigió España con mano de hierro durante 36 años, pero el Gobierno no le da el mismo trato a su residencia habitual que al Pazo de Meirás

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Una imagen de Franco, sobre otra del Palacio de El Pardo en 1960 ABC
Israel Viana

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El mismo día que se produjo el golpe de Estado de 1936, Manuel Azaña paseaba tranquilamente por los rosales de la Quinta, un edificio ubicado en El Pardo que, dos meses antes, había convertido en su residencia. El jefe de su escolta tuvo que ... sacarlo de allí corriendo, pues los oficiales del Regimiento de Ingenieros allí acuartelados se pusieron al servicio de Franco. Un año después, el presidente republicano todavía soñaba con volver, tal y como le comentó al comunista Juan Negrín: «Cuando gane usted la guerra, me permitirá que deje de ser presidente a cambio de que me nombre para el cargo que más me gusta, el de guarda mayor y conservador perpetuo de El Pardo. Sin retribución alguna ni otra recompensa que el derecho a vivir en cualquiera de sus casas».

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