El Gobierno declara Meirás como 'Lugar de la Memoria' por ser «sede oficial» del franquismo, pero se olvida de El Pardo
Asociaciones gallegas critican la «propaganda» de la decisión y reprochan que el Pazo «siga cerrado tres años después», sin poder ser visitado en su integridad
Así es el Pazo de Meirás por dentro
SANTIAGO
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Iniciar sesiónEl Boletín Oficial del Estado ha publicado este martes la incoación del expediente del Pazo de Meirás como 'Lugar de Memoria Democrática', una figura recogida en la Ley de Memoria Democrática de 2022 para identificar aquellos edificios o monumentos de especial relevancia por ... su singularidad histórica y su relación con la lucha por las libertades o su pasado franquista. Entre los motivos que enumera el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática está el hecho de que el viejo caserón ideado y construido por Emilia Pardo Bazán fue «una de las sedes oficiales del régimen franquista, escenario de poder y de apropiación de bienes públicos y privados». Lo llamativo es que esta misma justificación se le podría aplicar al Palacio del Pardo, donde residió de manera permanente el entonces jefe del Estado durante toda la dictadura, y que por el momento no ha recibido esta consideración 'memorística'.
«El Pazo de Meirás se convirtió en una de las sedes oficiales de la dictadura franquista entre 1938 y 1975», señala la exposición de motivos, «al ser utilizado por el dictador como residencia oficial de verano, adquirió una función política, de explicación de la naturaleza del franquismo y de la represión; una función simbólica, de representación, y tuvo un gran impacto en la vida local». Esta argumentación es perfectamente trasladable al Palacio del Pardo, a las afueras de Madrid, donde se celebraba el Consejo de Ministros de manera habitual, mientras que en Meirás este tipo de reuniones tenían un carácter más anecdótico o puntual.
Esta declaración no se hace a instancias de ninguna asociación ni entidad memorialística, sino por decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez, como se recoge en el BOE: «se incoa de oficio». Y no porque no hubiera colectivos que lo hubieran solicitado. Esta misma semana, la Iniciativa Galega pola Memoria recordaba que 26 entidades presentaron la solicitud el 15 de julio de 2024, pero «el Gobierno lo dejó caducar sin atender a nuestras peticiones» tras los doce meses de plazo para responder, explicó el historiador Carlos Babío.
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El testamento final de Pardo Bazán
José Mª Paz Gago
A su juicio, todo lo que rodea a Meirás es «esperpéntico», ya que a pesar de haber pasado a manos públicas en septiembre de finales de 2020, «lleva tres años cerrado». De hecho, las visitas al Pazo son a espacios todavía más reducidos que cuando el inmueble estaba en posesión de los Franco. Sigue sin poder accederse a las torres, el despacho del dictador o las dependencias de la primera planta. Y del recibidor se han retirado los famosos 'zuloagas' que retrataban tanto a la familia del dictador como a Franco con uniforme de requeté.
«No es más que propaganda, un intento de disfrazar como resolución lo que en realidad es solo un inicio de procedimiento, sin compromisos reales ni garantías para la preservación de la memoria», censuró Babío. De hecho, este martes se han manifestado frente al Pazo de Meirás, coincidiendo con la visita del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López.
Pendiente del Supremo
«Durante décadas posteriores, su permanencia en manos de la familia Franco reflejó las carencias del proceso democrático español para enfrentar su pasado dictatorial», recoge el BOE, «sin embargo, la movilización de la sociedad civil y la actuación de las instituciones públicas gallegas y la Administración General del Estado culminaron en su recuperación como patrimonio del Estado en 2020, en un proceso judicial que evidenció el fraude de su apropiación. Hoy, el Pazo de Meirás representa no solo un espacio de memoria, sino también una victoria de la justicia, la legalidad y los valores democráticos frente a la impunidad del franquismo».
El Ministerio olvida un pequeño detalle: el Supremo está pendiente de resolver el recurso de casación interpuesto por la familia Franco contra la sentencia que entregó Meirás al Estado, decisión que se demora ya más de dos años. Igualmente, con la sentencia de la Audiencia Provincial de La Coruña de febrero de 2021, el Estado tiene pendiente indemnizar a los herederos del dictador por los gastos sufragados por el mantenimiento del inmueble desde 1975 hasta que cedieron la propiedad.
Este pasado mes de junio, el Alto Tribunal falló en contra de los Franco por la propiedad de las estatuas de Isaac y Abraham, atribuidas al Maestro Mateo, y que el Concello de Santiago reclamaba como propias. Los magistrados de la Sala de lo Civil corregían así las dos primeras sentencias de instancia, que mantenían las esculturas en manos de la familia del dictador. Esta, pocos días más tarde, ya avanzaba su intención de entregar las dos piezas -que formaron parte del Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana- de manera voluntaria.
Reproches a los Pardo Bazán
La resolución reconoce que «Meirás fue un referente literario hasta la muerte en 1921 de Emilia Pardo Bazán, gran escritora gallega en castellano (sic), vinculada de modo especial a Galicia, precursora en algunos aspectos del feminismo y exponente de una cultura literaria transnacional». Pero inmediatamente censura que «posteriormente se convierte en uno de los referentes del poder de la Dictadura de Primo de Rivera con las visitas de Alfonso XIII y la relevancia del general José Cavalcanti, miembro del Directorio Militar, casado con Blanca Quiroga Pardo-Bazán, hija de la escritora. Entre 1931 y en 1936, fue un lugar frecuentado por unas élites representativas de un mundo 'viejo' que se resistía a la modernización democrática de la II República, y que en buena medida es representativo del declive del recinto hasta 1938».
A pesar de que Meirás conserva todavía una parte importante de la biblioteca personal de Emilia Pardo Bazán -casi 3.000 volúmenes-, declarada BIC en febrero de 2022, la resolución del Gobierno no hace mención alguna al recuerdo de la escritora en el inmueble. Dispone que se planteen «medidas de protección» del inmueble así como otras iniciativas «de difusión e interpretación» que tengan «una finalidad conmemorativa, de homenaje, didáctica y reparadora». Pero ni rastro de la escritora que ideó Meirás no solo como su vivienda, sino como epicentro de su universo literario y personal. Todo debe girar alrededor de la Memoria Democrática, y para ello «la Administración General del Estado impulsará la realización de recursos audiovisuales y digitales explicativos y promoverá la instalación de placas, paneles o distintivo memorial interpretativo». Por lo pronto se han solicitado informes a los departamentos de historia contemporánea de las universidades de Santiago de Compostela y La Coruña, así como al Consello da Cultura Galega.
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