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ABC Cultural

Así se independizó de Portugal el emperador mujeriego cuyo corazón sigue embalsamado en formol

El 7 de septiembre de 1822, hace 200 años, las presiones políticas y económicas de las élites locales empujaron a Pedro I a emanciparse de Portugal

El Grito de Ypiranga ABC
Manuel P. Villatoro

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La escena fue de película, y no de esas del domingo por la tarde. El 7 de septiembre de 1822, hace ahora dos siglos, un joven de cabello encrespado y bigotillo fino desenvainó su espada frente a un caudaloso río y pronunció una frase que ... resonó en la historia: «¡Por mi sangre, por mi honor, por mi Dios, juro promover la libertad. ¡Independencia o muerte!». El hasta entonces príncipe regente pasó así a convertirse en Pedro I, monarca y emperador de Brasil, y puso fin a un proceso de emancipación con Portugal único en el mundo. O 'sui géneris', como lo han denominado hasta ahora los historiadores: sin violencia, sin traumas y alejado –se afirma a veces con inquina– de los que estallaron en los territorios españoles de ultramar.

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