La brutal caza de la URSS contra el padre de la fusión nuclear: «Rusia es campo de concentración gigante»
Andréi Sájarov contribuyó al desarrollo de esta técnica y a la construcción de la primera bomba de hidrógeno en 1953, pero luego renegó de su uso militar y se enfrentó a la Unión Soviética por ello
Israel Viana
Madrid
Este martes, la noticia fue portada en los periódicos de todo el mundo, con titulares que hablaban de «hito histórico» o de «hallazgo que cambiará el curso del planeta». Los investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, sin embargo, sabían que era cuestión ... de tiempo que se anunciara este «importante avance científico» de producir energía ilimitada a partir de la fusión nuclear, un sueño de que ABC ha informado en sus páginas desde mediados del siglo XX, cuando Andréi Sájarov (Moscú, 1921 - 1989) logró sus primeros éxitos en la desaparecida Unión Soviética.
En mayo de 1958, este periódico ya anunciaba «la fuente de energía más poderosa, fundamentada en la fusión nuclear». Dos meses después, en otro artículo de ABC firmado por el célebre científico gallego Emilio Novoa, se explicaba: «El famoso proceso de fusión nuclear controlada, llamada domesticación de la energía atómica, que habrá de producir energía en cantidad inagotable para todas las necesidades humanas, se está discutiendo estos días con una trascendencia justificada, debido al extraordinario significado que tiene el descubrimiento ante la penuria actual de las fuentes de energía y el previsible agotamientos de los recursos minerales».
El camino, por lo tanto, ha sido largo, con Sájarov como uno de sus principales protagonistas muchos años antes de que recibiera el premio Nobel de la Paz en 1975. Este galardón generó una grave crisis internacional puso de relieve, una vez más, la brutal persecución que el científico y su familia estaba sufriendo por parte de la URSS desde que se negó a que sus avances en este campo fueran usados para fines militares en plena Guerra Fría. Algo a lo que él mismo había contribuido con su trabajo en el desarrollo de las bases teóricas de la fusión nuclear y en la construcción de la primera bomba de hidrógeno en 1953.
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Sájarov había ingresado en la facultad de Física de la Universidad Estatal de Moscú en 1938, aunque se graduó en Asjabad, hoy ciudad de Turkmenistán, durante la Segunda Guerra Mundial. Al finalizar el conflicto, regresó a la capital para estudiar en el Departamento de Física Teórica del Instituto de Física Lébedev e investigar sobre los rayos cósmicos. Pronto se convirtió en una eminencia y, a mediados de 1948, le incluyeron en el equipo que se encargó de construir la bomba atómica, cuyo primer dispositivo se ensayó un año después.
La bomba de hidrógeno
Por lo que más se le recuerda, sin embargo, fue por jugar un papel destacado en el desarrollo de la mencionada bomba de hidrógeno o bomba H. Su contribución le llevó a ser elegido miembro de la Academia de Ciencias de Rusia con solo 32 años y a recibir la primera de sus tres medallas de Héroe del Trabajo Socialista. Nuestro protagonista continuó trabajando para desarrollar la primera bomba de hidrógeno soviética de escala megatón, conocida como la «Tercera idea de Sájarov», cuya variante dio como resultado la famosa 'Bomba del Zar' en 1961, que todavía es el artefacto nuclear más potente jamás detonado.
Fue en ese época cuando Sájarov cambió de postura, pues en los inicios de su carrera defendió con ahínco la importancia de su trabajo aplicado al desarrollo de las armas nucleares. Desde finales de los 50, el conocido después como 'científico disidente' fue tomando mayor conciencia de las implicaciones reales de sus descubrimientos. Sobre todo, estaba preocupado ante la consecuencias de una terrible guerra termonuclear o contaminación masiva del continente por la radiactividad. Una amenaza real a la que la prensa a menudo se refería como la 'Tercera Guerra Mundial'.
En la década de 1960 comenzó a luchar contra la proliferación de las armas nucleares y a alejarse de la física nuclear aplicada. Sin embargo, la gota que colmó el vaso para el Gobierno comunista fue su dura oposición a la carrera armamentística basada en misiles con cabeza nuclear que la URSS mantenía con Estados Unidos en el apogeo de la guerra fría. En 1967, incluso, se atrevió a enviarle una carta secreta y crítica al presidente Leonid Brézhnev por el riesgo a una guerra nuclear mundial y, un año después, terminó de escribir su ensayo 'Progreso', en el que defendía la coexistencia pacífica de ambas potencias, la disidencia y la libertad intelectual.
Persecución y disidencia
El castigo no tardó en llegar, pues el Gobierno le prohibió investigar en cualquiera de los centros y laboratorios militares de la URSS y se le desposeyó de los honores que había logrado. A medida que su activismo crecía, con la fundación en 1970 del Comité por los Derechos Humanos de Moscú, mayor era la represión del régimen. Tres años después, ABC denunciaba en su portada: 'Los intelectuales acosados por el régimen comunista'. En las páginas interiores se incluía una entrevista con Sájarov en la que este declaró: «Rusia se parece a un gigantesco campo de concentración».
El artículo añadía: «El fisico nuclear ha denunciado la opresión política reforzada desde 1972, que presenta un fuerte parecido con la de la era de Stalin, y ha citado ejemplos de la 'justicia' soviética, como la condena de una persona a quince años en total (cinco de prisión, cinco de campo de trabajo y cinco de vigilancia policíaca), por haberle encontrado la Policía, durante un registro, el borrador de un libro de memorias de los años de su niñez que pasó en un campo de concentración con su padre, dirigente nacionalista de Ucrania».
En 1972, con 51 años, contrajo matrimonio por segunda vez con la pacifista Yelena Bonner, que desde entonces le acompañó en la labor de denuncia que le valió al científico el premio Nobel de la Paz en 1975. El régimen comunista no le dejó ir a recogerlo. La noticia del galardón en ABC comenzaba recordando su pasado: «Hace solo ocho años, Andrei Sájarov era un privilegiado del régimen comunista ruso. Tenía coche particular con chófer, un piso confortable en Moscú, una dacha en las cercanías de la capital, servidores, un sueldo elevado y primas. Distinguido tres veces con el título de 'héroe del trabajo socialista', una con el premio Lenin y otra con el premio Stalin, todos ellos galardones que no reúne ninguno de los actuales miembros del Politburó. Sájarov ha dado a los sucesivos dueños del Kremlin triunfos indiscutibles».
Crisis internacional
Y continuaba: «Sin embargo, sus críticas a partir de 1960 supusieron adoptar la misma postura que a tantos científicos y artistas soviéticos les había valido el destierro, cuando no la muerte. Lo salvó el deshielo de la época de Nikita Kruschev». La suerte, sin embargo, no le duró toda la vida. En 1979, Sájarov denunció la invasión soviética de Afganistán e invitó a la comunidad internacional a boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú. Como represalia, el investigador fue deportado a Gorki, una ciudad cerrada e inaccesible a los extranjeros, en la que le privaron hasta de una línea telefónica.
El control de la KGB duró hasta diciembre de 1986, un tiempo en el que las noticias sobre su situación fueron habituales. 'Repulsa internacional por la iniciativa del Kremlin' y 'El Gobierno español condena la deportación de Sájarov' fueron algunos de los titulares de ABC al conocerse su detención. En otra noticia se informaba de las reacción «dispar» de los comunistas europeos: «En París, el lector podía encontrar en 'L'Humanité' una tímida y muy matizada repulsa. En Italia, un miembro de la dirección del partido calificó de 'reprobable e inaceptable' la medida. La reacción del Partido Comunista español es más áspera y pronta de lo que fue su posición por la invasión de Afganistán. Ninguno de los tres partidos eurocomunistas, sin embargo, manifiesta explícitamente su ruptura con Moscú».
En 1984, el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, llegó a pedir la liberación del matrimonio, cuyas protestas continuaron durante su cautiverio. «La huelga de hambre que mantienen Sajarov y su esposa en Gorki amenaza con crear una grave crispación en las relaciones Este-Oeste. Las noticias sobre la suerte del matrimonio son cada vez más inciertas. Fuentes próximas a la familia señalaron que el académico se encontraba hospitalizado ante su delicado estado de salud. Por su parte, su hija Tatiana dijo en Roma a nuestro corresponsal que su padre podría haber muerto ya».
El arresto se prolongó hasta la llegada al poder del recientemente fallecido Mijail Gorbachov, que liberó y rehabilitó a ambos en 1986, coincidiendo con la política aperturista de la perestroika. El propio mandatario comunista fue quien ordenó que instalaran un teléfono en el apartamento de Sájarov para poder comunicarle personalmente su puesta en libertad. Murió tres años después de un ataque al corazón, cuando tan solo tenía 68 años, sin llegar a ver la caída del gigante comunista.
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