Ponce de León, el hombre que puso a Puerto Rico en el mapa y en la historia

Este escudero e hidalgo de Santervás de Campos (hoy provincia de Valladolid) fue el primer gobernador de la isla y el descubridor de la Florida, desde donde puso en el mapa a lo que sería la gran potencia norteamericana.

Tras embarcarse hacia el Nuevo Mundo, posiblemente en el segundo viaje de Cristóbal Colón en 1493, Ponce se establece en la parte oriental de La Española, en la actual provincia dominicana de Altagracia, donde todavía se conserva su antiguo caserón.

A través de los taínos que cruzan el canal de la Mona, el aventurero castellano escucha historias de las riquezas de la vecina isla de Boriquén, conocida entonces como San Juan Bautista y, tras obtener licencia del entonces gobernador de La Española, Nicolás de Ovando , se lanza en 1508 a explorarla. Allí funda un primer poblado tierra adentro, Caparra, y Ovando firma una capitulación por la que concede a Ponce la explotación a su costa de las minas de oro de isla a condición de reservar parte de los beneficios a la Corona. El rey Fernando lo reconoce como el primer gobernador de San Juan.

Aunque se vale de los nativos para la extración del mineral, por lo que conocemos por los documentos y relatos que nos han llegado, el explorador de Santervás no los esclaviza ni dio un trato cruel, sino que evita que se excedieran con ellos otros españoles que se querían asentar en la isla y protegió a los taínos de los más violentos caribes.

En 1513 Ponce se embarca en una nueva empresa y explora una misteriosa tierra al norte de Cuba a la que bautiza como la Florida . Él cree que se trata de una isla, ignorando que es tan solo el extremo sureste de un inmenso territorio, América del Norte, que se extiende hasta el Pacífico.

Mientras, en San Juan, se discute trasladar la capital desde el interior a una hermosa bahía, un «puerto rico». Así nace en 1521 la actual capital, que curiosamente intercambiará su nombre con la isla, de modo que a esta la conocemos como Puerto Rico y a la capital, San Juan.

Ponce de León acaba sus días ese mismo año en la isla de Cuba tras ser herido de un flechazo en su segundo viaje a la Florida, pero sus restos descansan hoy en la catedral de San Juan.