Ni cocida ni triturada: la mejor forma de comer avena para aprovechar sus nutrientes

Aunque suele consumirse cocida en forma de gachas o porridge o triturada en batidos, muchos desconocen que la mejor forma de aprovechar todos sus nutrientes no es comerla ni cocida ni triturada, sino cruda.

Consumir avena cruda permite mantener intactos sus nutrientes esenciales, ya que no se exponen al calor que puede degradar algunas vitaminas sensibles, como la vitamina B1 y ciertos antioxidantes. Además, la avena cruda conserva mejor su contenido en un tipo de fibra soluble que ayuda a reducir el colesterol, controlar los niveles de azúcar en sangre y mejorar la salud digestiva.

Al estar cruda, también se mantiene un índice glucémico más bajo, lo que significa que la energía se libera de manera más gradual, favoreciendo la saciedad por más tiempo y evitando picos de azúcar en sangre. Esto la convierte en un alimento ideal para personas que buscan controlar su peso o mantener estables sus niveles de glucosa.

Aunque la avena cruda puede parecer menos atractiva que su versión cocida, existen formas sencillas y sabrosas de incorporarla en tu dieta:

Una de las opciones más populares es la avena remojada u overnight oats: Deja la avena en remojo durante la noche con leche, bebida vegetal o yogur. Puedes añadir frutas, frutos secos y semillas para darle más sabor y textura.

Otra de las formas de tomar avena cruda es añadirla a los batidos, pero sin triturarla. Para ello, sólo debes agregar un par de cucharadas de avena cruda a tus smoothies para obtener una textura más espesa y un extra de fibra.

Espolvoreada en ensaladas o yogures: Usa la avena cruda como topping para ensaladas o yogures, aportando un toque crujiente. E, incluso, mezclada en muesli casero. Para ello, combínala con frutos secos, semillas y frutas deshidratadas para un desayuno nutritivo y energético.

Aunque la avena cruda es segura para la mayoría de las personas, algunas pueden experimentar molestias digestivas si no está remojada. Esto se debe a su contenido en fitatos, compuestos que pueden dificultar la absorción de ciertos minerales. Remojar la avena no solo mejora su digestibilidad, sino que también ayuda a reducir estos antinutrientes.

Además, es importante elegir avena integral y preferiblemente certificada como libre de gluten si tienes sensibilidad o enfermedad celíaca.

Comer avena cruda es una excelente manera de aprovechar al máximo sus nutrientes. Su preparación es rápida, versátil y puede adaptarse a todo tipo de gustos y necesidades nutricionales. Si aún no la has probado de esta forma, ¡anímate a hacerlo y disfruta de sus beneficios para la salud!