La vida de Quim Gutiérrez: una mujer 17 años menor, dos hijos y su decisión de retirarse al campo

Como 'rey' indiscutible de las comedias españolas, Gutiérrez estrena este viernes, 11 de abril, su segunda película en lo que va de año: 'Un funeral de locos'. Una cinta dirigida por Manuel Gómez Pereira que protagoniza junto a Ernesto Alterio y presentará este miércoles en 'El Hormiguero'.

La energía positiva que transmite Gutiérrez traspasa la pantalla. Y es que el actor se define como «un disfrutón que está igual de alegre en una cena lujosa que con un lápiz o plantando un árbol», tal y como señaló en una entrevista con ABC el pasado mes de diciembre.

No obstante, también admite ser «muy exigente, muy aplicado». «Debería entender que no pasa nada por no ser perfecto. Me gustaría asumir la posibilidad del error sin más», señaló.

Durante todos estos años, Quim Gutiérrez se ha esforzado por mantener su vida privada alejada del foco mediático. No obstante, ha hablado en varias ocasiones sobre su infancia y su familia. Repasamos el lado más personal del barcelonés.

Joaquim Gutiérrez Ylla -su nombre real- es hijo de un profesor universitario de Fisiología Animal y una maestra. El actor cuenta que fue «un niño fantasioso, que prefería perderse en su mundo que jugar al fútbol en el patio del recreo». Junto a su hermano tiene algunos de los mejores recuerdos de su infancia.

Toda la vida de Quim ha estado ligada a la interpretación. A los 12 años, se presentó a un casting que cambiaría su vida. «Yo era un niño muy normal al que le gustaba ser como el mono de feria delante de la familia. Pero no era especialmente rebelde, aunque sí muy movido. Era muy responsable», señaló a ABC.

'Poblenou' (1994) le daría a conocer con solo 12 años: «Es difícil gestionar la fama a esa edad. Recuerdo ir en el autobús y al parar delante de un instituto, hordas de chavales bloqueando el paso». Esto influyó en que, unos años después, se alejara de los focos durante un tiempo y decidiera estudiar Humanidades en la Universidad Pompeu Fabra, sin dejar de lado su formación como actor.

«Quise dejarlo cuando no me gustaron los guiones y una cláusula de mi contrato permitía mi marcha. Estuve cuatro años sin querer saber nada de ese mundo. Fue duro, a mí me gustaba llamar la atención de manera controlada, en un escenario», contó a ABC.

El actor barcelonés está casado con la modelo granadina Paula Willems, de raíces holandesas y 17 años menor que él, con quien mantiene una relación desde 2016. Ese mismo año la carrera de la joven, de 19 años entonces, despegaba al ser reconocida como modelo revelación en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde recibió el Premio L'Oréal.

La pareja es muy discreta respecto a su vida, aunque últimamente ha dado más visibilidad mostrándose en redes puntualmente. En 2020, Quim le pidió matrimonio, pero no fue hasta 2022 cuando se casaron en una discreta boda y en septiembre de 2023 cuando lo celebraron.

Quim y Paula son padres de dos niños: Bru, quien nació el 28 de noviembre de 2021, y Gael, que llegó el 18 de octubre de 2024. «Con el primer hijo tienes una serie de aprendizajes que ahora se convierten en una caja de herramientas. También hay cosas que antes no imaginabas y ahora asumes, como todas las concesiones que vas a tener que hacer en tu vida. Es una ventaja saber cómo gestionar esta situación», aseguró a ABC.

La paternidad ocupa un lugar primordial en la vida del actor, ya que llega a condicionar los papeles que elige. Además, le ha acercado a su familia: «Ahora entiendo mejor todo lo que mis padres hicieron conmigo».

Quim Gutiérrez vive en la actualidad en el campo, apartado del trasiego de la ciudad. Una decisión que tomó junto a su pareja tras comprarse una casa en un pueblo como segunda residencia, que al final acabaría convirtiéndose en su casa familiar.

En una entrevista para 'Vanity Fair' en 2022, el actor señaló que en su pueblo no le conoce mucha gente, lo que le ha permitido redescubrir «lo que es caerle bien o mal a alguien por ti mismo y no por el hecho de que sepan quién eres», algo que considera «reconfortante y novedoso».

En un pueblo donde sus vecinos apenas le reconocen, Quim se dedica a disfrutar de una de sus recientes pasiones, la ornitología. Con sus prismáticos se pasa el día 'a la caza' de aves, siendo el avistamiento algo más que una simple diversión.