Rafael Amargo pasa de la defensa al ataque: de su estancia en la cárcel a presuntos robos de la policía en su casa

El bailaor ha sido absuelto de la acusación de vender droga desde su casa en un juicio en que también estaban implicados su productor, Eduardo de Santos, y su socio, Manuel Ángel Batista León. La Fiscalía pedía para los dos primeros nueve años de cárcel y seis para el tercero, mientras que los acusados defendieron que consumían droga, pero que no vendían, por lo que solicitaron su absolución. La Audiencia Provincial de Madrid la otorgó después de anular las escuchas telefónicas, una victoria en el tiempo de descuento.

Rafael Amargo ha roto su silencio en una entrevista en el programa de televisión '¡De viernes!' en la que ha hablado de todo el proceso que ha vivido durante los meses que ha estado privado de libertad, su estancia en prisión y hasta una sorpresita que se tenía guardada: incluso ha denunciado la sustracción de objetos de valor de su casa durante el registro policial.

«La primera noche en Soto del Real no entiendes nada. Estás como en una habitación donde hay un cristal y son cuatro seres extraños, cada uno hablando en un idioma, y tú lo primero que preguntas es por qué están allí. Y te dice uno, 'porque me confundo con un terrorista', 'por pornografía infantil...'», ha relatado sobre sus primeros momentos privado de libertad.

El primer chasco que se llevó Rafael Amargo es que pensaba que iba a pasar a un módulo especial para personas famosas, una peculiaridad con la que pronto se dio cuenta de que no iba a contar. Hasta sufrió, según cuenta, el maltrato de algún funcionario de prisiones y recuerda específicamente un episodio con una jefa de servicio que «insultó» a sus hijos.

«Había una funcionaria que le trataba muy mal, llegó hasta a insultar a sus hijas. Y Rafael, por no cogerla del cuello, de los nervios cogió un cuchillo y se rajó a sí mismo en el cuello», ha contado con absoluto dramatismo su mujer, Luciana Bogniano, desde el propio plató. No dijo nada sobre cómo había llegado el supuesto cuchillo a sus manos.

Pero el plato fuerte de su intervención ha estado cuando sin vergüenza alguna ha acusado veladamente a la policía de sustraer objetos de valor de su casa mientras duró todo el registro. «No lo he dicho, pero lo voy a decir. En mi casa faltaban cosas. Después de hacer todo este registro hay un reloj que no aparece, hay gemelos que no aparecen... No digo nada, pero no aparecen», ha dejado caer como si nada.

En su paso por la cárcel ha habido de todo, incluyendo una huelga de hambre –según dice- durante 11 largos días en protesta por sus condiciones. Rafael Amargo ingresó finalmente en un módulo de Proyecto Hombre en el que aprovechó para reinsertarse de sus conocidas adicciones a las drogas.

«Es una forma de pagar la cárcel y a la vez curarte. La droga es un tema muy serio, lo digo con conocimiento de causa. Y la cárcel, inteligentemente pensándolo, me ha venido bien», ha zanjado al respecto.

Rafael Amargo ha defendido desde el principio de su intervención su inocencia –por más que la principal causa de absolución haya sido la retirada de pruebas- y ha reiterado continuamente que las sustancias ilegales que la policía encontró en su domicilio eran exclusivamente «para consumo personal».

El bailaor explicó en sede judicial cómo fueron los registros policiales en su casa de Madrid y '¡De viernes!' ha ofrecido en exclusiva la declaración del artista ante el juez, una intervención que ha dejado sin palabras a los colaboradores del programa: «Surrealista».