Pepe Barroso Jr.: «No quiero que mi hijo cometa los mismos errores que yo»

El pasado fin de semana, en los días 18 y 19 de octubre en Madrid, se llevó a cabo una original y solidaria iniciativa de la empresa de agua en apoyo a la Asociación Española Contra el Cáncer en el Espacio 23 ubicado en el barrio de Salamanca. Bajo el lema «Reflejo de un compromiso», el ROSA MARKET contó con 12 marcas especializadas en moda, joyería, decoración o gastronomía que vendieron sus productos con el propósito de destinar una parte de sus ventas a la AECC. La totalidad de los beneficios de la venta de la edición especial de la botella de Solán de Cabras sí fueron destinados al servicio de atención psicológica telefónica de la asociación. «Es admirable el lugar que le dan a esta lucha. Formar parte de una acción así y dar visibilidad a una enfermedad que de una forma o de otra nos toca en algún punto cercano me hace especial ilusión. Desde muy pequeño siempre he intentado que la solidaridad sea una faceta muy importante de mi carácter y considero que es necesario poder aportar esa ayuda en lo que sea», expresa sobre su involucración en la causa que contó con Amaia Salamanca como madrina.

Esta labor como embajador suma a su amplia trayectoria polifacética su dedicación más social, que no más personal, pues en todos sus trabajos ha encontrado un lugar desde el que conocerse. Futbolista durante su primera etapa de juventud, se mudó al extranjero becado para estudiar empresariales y formarse en la interpretación cuando abandonó el deporte. En el presente y junto a su faceta como modelo y empresario de su propia marca de cosmética, encuentra en la actuación una vocación. «Me gusta mucho y me siento cómodo cuando veo que me estoy saliendo de mi zona de confort, me vengo arriba y si es algo que no he imaginado antes más todavía», asegura.

En realidad, su trayectoria se define por pasos inconcebibles que un Barroso más pequeño se sorprendería al verse dándolos. «Siempre que he tomado una dirección se me planteaba una situación que no me imaginaba nunca dedicándome a ello. Me he ido dejando llevar por donde yo he sentido que era el camino que tenía que seguir. Lo que sí intento es luchar hasta el final y cualquier bandazo que vayamos dando en la vida es parte de ello», reconoce. A ninguna de sus ocupaciones quiso darle un lugar «exclusivo» porque «no me resulta positivo estar centrado en una sola cosa. Me gusta hacer cosas diferentes porque para la cabeza me resulta más sano y llevadero», confiesa quien no «peca» nunca de no hacer algo por no atreverse, «de hecho he pecado muchas veces de atreverme de más que de cohibirme».

«Mi familia me conoce muy bien pero no se esperan que vaya dando vuelcos de un lado a otro, probando cosas diferentes e involucrándome en diversos proyectos. Siempre he traído mucha sorpresa a casa y cuando llegan nuevas no se exaltan demasiado», cuenta sobre uno de sus mayores apoyos en la vida. «Llevamos vidas tan agitadas con tantas ansiedades y preocupaciones que intento disfrutar esos pequeños momentos más cotidianos como un tomarte algo en una terraza con amigos o hacer deporte con familia. Esas cosas que cuando estoy fuera de casa y no tengo cerca son las que más echo de menos e intento disfrutar cuando estoy presente», afirma el intérprete que concede también un importante lugar a sus momentos de soledad.

«Vivir fuera y pasar tiempo solo ha sido muy terapéutico para mí. Intentar entender las cosas que no tienen nada que ver contigo te engrandece la mentalidad y la forma de encarar la vida y las situaciones», comparte. «Soy una persona muy analítica, un consejo que siempre he dado es que intento tener momentos para uno solo porque se hace un trabajo muy introspectivo» con el que aprende a saber qué le pide el cuerpo y la cabeza. A finales de mayo de 2022, su vida cambiaba radicalmente cuando su prioridad pasó a llamarse Marco, fruto de la relación que mantiene con su pareja la modelo Gara Arias, a quien conoció trabajando. «Tengo inseguridades como padre, como hermano, como primo, como hijo. Me preocupo de la gente que me rodea, nunca quiero que le pase nada malo», se sincera sobre la responsabilidad de cuidar que puede sentir.

Implicado en su labor como padre, admite que su hijo es una parte de él con quien comparte «momentos muy bonitos y especiales». «Lo que intento es que no cometa los errores que cometió su padre. Puedo ser un ejemplo, al final es indispensable que me vea y no quiera imitarme, hacer cosas que hago yo», dice quien ya entiende «muchas cosas de cómo funcionaban mis padres». «Lo que me haría ilusión es que mi hijo vaya descubriéndose y yo sea un acompañante en su camino. Que haga lo que crea que le haga feliz y que no piense en el éxito que le pueda dar una cosa u otra. Lo que intento plasmar en él es que tome sus propias decisiones y si se equivoca ahí estaré yo para ayudarlo», se sincera sobre lo que desea de su hijo en el futuro.

Pepe Barroso no se contiene tampoco al hablar de su relación con sus hermanos menores Jaime y Felipe, los otros dos hijos del fundador de Don Algodón. «Según van pasando los años soy menos hermano mayor. Pasan a verte desde otro lugar, la experiencia que yo podía aportarles en otras situaciones cuando ellos eran pequeños ahora ya las han vivido y busco consejo en ellos. Me acuerdo del último confrontamiento que tuve con mi hermano Jaime que me dijo que tengo complejo de profesor, pero ni ellos son los niños que eran ni yo tengo conocimientos para poder dar lecciones por la vida», termina. Una productora y varios proyectos de los que ya tiene los derechos le esperan en un futuro en el que sumará a su carrera una prometedora experiencia detrás de las cámaras.