Los 'paparazzi' niegan haber vulnerado la intimidad de Mariló Montero

Arrabal y González recibieron las imágenes a través de su agencia Diegus. Las habían captado fotógrafos 'freelance'. Y, a su vez, las remitieron a la revista, cuyo director, Luis Pliego, al ver el contenido, contactó con el representante de la presentadora. Sin su autorización no podían ver la luz. Es el argumento que sostiene la acusación para tratar de demostrar que ambos 'paparazzi' eran plenamente conscientes de la comisión del delito del que se les acusa.

«Lo que se visualiza es claramente constitutivo de delito. Las personas [Mariló Montero, junto a una amiga] son fotografiadas en el ámbito de su intimidad, en la habitación del hotel y la terraza anexa a la misma«, ha apuntado el abogado. A pesar de ello, ambos acusados han negado la mayor. Primero, Arrabal, que ha contestado tanto a las preguntas del fiscal como de su defensa, para justificar, primero que el destino, «es habitual» de rostros conocidos, con la intención de desmontar el testimonio de la afectada, que ayer detalló que el viaje, durante la Semana Santa de 2015, se debió a escapar del acoso mediático que sufría, y que por ello no desveló el destino a nadie -ni si quiera a su acompañante-.

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El 'paparazzi' malagueño también ha negado haber dado instrucciones a los fotógrafos, y apuntó que supo que la protagonista de las imágenes era Montero cuando se las enviaron. Procedieron así a remitirlas, vía correo electrónico, a la mencionada revista. «¿Al ver las fotos creían vulnerar la intimidad de Mariló Montero?», ha preguntado su defensa. «En la vida. Nunca», ha apuntado Arrabal. En la misma línea se ha pronunciado Gustavo Gozález, que fue el autor del texto que acompañaba a las imágenes, en dicho email. «Eran unas vacaciones, no hay nada ofensivo», ha señalado.

Su defensa pide su absolución, mientras que la acusación particular, además de la pena de prisión por revelación de secretos, y una indemnización de 265.000 euros, solicita una multa de 18.000 euros.