El motivo por el que Rocío Carrasco dejó de tener relación con Raquel Mosquera

Esa conversación «era necesaria. En un principio yo no quise tenerla, pero al final le hice caso a Fidel y la tuve. Creo que fue una de las mejores conversaciones que yo tuve con mi padre. Fue reparadora, sanadora y si no hubiese ocurrido, no me lo hubiera podido perdonar. Hay que ser muy ruin, muy zafio para usar ese momento para decir todo lo contrario y culparme a mí de la muerte de mi padre. Y mira que digo que me da pena, porque creo que ella no estaba atravesando un buen momento en su proceso de la enfermedad, pero es que no ha sido esa única vez«. En el mismo programa de televisión, Raquel contaba que Pedro se fue haciendo eses conduciendo. »Ella sabe lo que mi padre bebía porque era ella la encargada de servírselo«, sentencia Rocío, que retoma su argumentario principal: »Raquel cambia a raíz de la muerte de mi padre. Y a partir de ese momento la ayudan a cambiar...«

Pedro Carrasco falleció sin testar, lo que provocó que se realizara un convenio regulador que establecía la cuota para su viuda, Raquel Mosquera, y confirmando a Rocío Carrasco como heredera. Para ello se creó un cuaderno particional con el reparto de los bienes. Y aparece el primer conflicto entre viuda e hija a costa del cinturón de Campeón del Mundo del boxeador: «Estará en el sótano de su casa», especula Rocío, que aclara que le pidió el original, o una réplica, «porque conozco el significado que tenía para mi padre». Nunca se lo dio: «Eso no es de buena persona». La hija de 'la más grande' asegura que la peluquera mienta cuando aseguró que nunca le pidió ni el cinturón, ni las fotos personales: «¿Para qué querrá fotos de mi padre con mi madre?», se pregunta de manera retórica.

De esos polvos vendrán luego todos los lodos. A pesar de todo, Rocío Carrasco lo tiene claro: «Le pese lo que le pese a Raquel Mosquera, la persona más importante en la vida de mi padre era yo. Mi padre estaría orgullo de la mujer en que me he convertido, orgulloso de que hable en el nombre de Pedro, porque sabe que yo no miento. No puedo decir que pudiera ser feliz después de todo lo que ha pasado, pero estaría orgulloso y sentado aquí, a mi lado. Estarían los dos, mi padre y mi madre. Bueno, lo están».