Millonario, infiel y carismático: Manuel Benítez 'El Cordobés' cumple 88 años

Manuel fue un niño de la guerra, marcado por la miseria y la temprana muerte de sus padres. Su pasión por los toros le llevó a saltar como espontáneo en Las Ventas el 28 de abril de 1957. Sufrió una cogida, pero aquel muchacho no imaginaría que llegaría a convertirse en una figura.

Ha amasado un dineral a lo largo de su exitosa carrera profesional y ha sabido gestionarlo, aunque ha ido desprendiéndose de gran parte de su patrimonio, ahora a nombre de su esposa y sus hijos. De hecho, no tiene propiedades de pleno dominio. Empresas, fincas, pisos, garajes, todo está compartido. En 2016, tras el divorcio, liquidó una sicav cuyo capital ascendía a 6,7 millones de euros y reorganizó todo el negocio en un holding. Algunas fuentes valoran en 25 millones de euros la fortuna familiar.

Manuel estuvo 52 años con Martina Fraysse, a la que su cuadrilla llamaba 'La Pantera' por sus impresionantes ojos verdes y su fuerte carácter, pero su boda tuvo lugar en 1975, cuando ya tenían dos hijos y ella estaba embarazada del tercero. Con el tiempo llegarían dos criaturas más. La francesa manejaba con mano férrea el hogar mientras el torero emprendía viajes por todo el mundo. A pesar de ello, no pudo evitar que su marido mantuviera una relación con María Dolores Díaz, que trabajaba en el servicio doméstico. De esa infidelidad nacería su séptimo hijo, Manuel Díaz, porque antes mantuvo otra relación extramatrimonial con una joven que trabajaba en un restaurante cordobés que le dio una hija, María Ángeles. En el mundo taurino se comentaban sus numerosos deslices, fruto de su atractivo y su éxito, incluso uno de ellos llegó a convertirse en novela, 'La inglesa y el torero', relato autobiográfico de Wendy Salisbury.

Su actual relación con María de los Ángeles Quesada no está libre de polémica. Aunque llevan casi ocho años juntos, ella protagonizó un sonado escándalo al ser detenida en 1982 por un supuesto robo en la finca La Mata, propiedad del diestro. Joyas y 100.000 pesetas de la época conformaron el botín que le valió acabar en la prisión de Lora del Río. Con el tiempo llegaron el perdón y el amor.

Durante 50 años mantuvo su negativa a reconocer al hijo que más se le parece y que, a la postre, heredó su pasión por la tauromaquia. Manuel Díaz Jr encontró en su hermano Julio, también torero, y en María de los Ángeles, los padrinos que necesitaba para cumplir el sueño de un ansiado encuentro que, finalmente, se produjo el 14 de febrero del año pasado. Uno de los mayores obstáculos, Martina, la esposa a la que Manuel Díaz fue infiel, quedaba fuera de la ecuación tras la separación. Atrás quedaron rencillas, desencuentros y una prueba de ADN, realizada gracias a una servilleta con la que el diestro se secó los labios tras beber en un hostal, que confirmaba la relación de parentesco.

«Nos queda mucha vida por delante para dialogar, navegar y pasar buenos ratos juntos (…) Todo lo que no hemos disfrutado antes lo vamos a disfrutar ahora. Aquí está el corazón mío y el de él», declaró emocionado el padre tras el encuentro. Se cumplía así un sueño que empezó a ser posible cuando, en 2017, 'El Cordobés' hablaba del cartel de un festejo taurino en Morón de la Frontera encabezado por sus hijos Manuel y Julio: «Los dos llevan la sangre fuerte del padre, sangre del Quinto Califa», reconociendo por primera vez su paternidad. Tras dos operaciones de corazón, con la salud debilitada y consciente de que el tiempo apremiaba, el maestro finalmente cedió.

Su otra hija ilegítima, María Ángeles, tuvo que recurrir a los tribunales, que le dieron la razón en el año 2.000 y, desde entonces, usa el apellido de su padre.Llegó a tener otro hijo en Miami con la norteamericana Elisabeth Velasco, un tercer Manuel, pero finalmente se descubrió que todo era un montaje.