Kei Linch: «Las críticas y los malos comentarios son gasolina para mí»

A sus 23 años, ha conseguido revolucionar la industria musical colombiana y hace tan solo unas semanas puso a bailar a todos los presentes en Plaza España con su actuación en el Orgullo. Cuenta estar fascinada con la capital, en la cual ha conocido a otros artistas con los que compartir música: «He aprovechado mi viaje a España para hacer colaboraciones con artistas españoles como las Ninyas del Corro e Israel B».

Ser cantante nunca fue su sueño, siempre pensó que no tenía el talento suficiente, por lo que decidió centrarse en otros aspectos de su vida. «A mi desde siempre me ha gustado escribir, pero nunca había intentado cantar. Siempre había odiado mi voz porque sonaba como de niño, demasiado gruesa. De hecho, le cante una vez a mi mamá y me dijo que cantaba feo (risas) con lo que yo me puse a llorar. No fue hasta cuatro años después que encontré el rap y empecé a ver la música como un proyecto de vida», reconoce.

Aún así la primera vez que se subió a un escenario se dio cuenta de que era a lo que realmente quería dedicarse. Tiene muy claro el estilo que quiere llevar y el mensaje que quiere transmitir. Hay temas dentro de su disco que no dejan indiferente a nadie. «Por ejemplo, 'Cruella' es una canción que denuncia situaciones que he tenido que atravesar como mujer joven dentro del rap, en la que cuenta muchas cosas. Si a lo hombres no les haces caso, luego te tratan de perra», defiende. Y es que el mundo del rap sigue estando muy controlado por los hombres, pero Kei Linch ha llegado con el propósito de diferenciarse de todo lo que ha habido hasta ahora. «Colombia sigue siendo un país, dentro del rap, muy purista y muy radicalista, y por eso propuestas como la mía son muy juzgadas. Aún así, siento que estamos abriendo una puerta muy grande gracias a esa diferencia y autenticidad que tengo».

Ser tan diferente y auténtica le ha permitido cosechar una larga lista de fieles fanáticos que la admiran, pero también le ha llevado a enfrentarse a detractores que para ella no significan nada. «Las críticas y los malos comentarios son gasolina para mí. Me dicen que no puedo y yo les muestro que se equivocan, pero nunca desde el odio, sino desde el hecho de amar tanto lo mío que quiero demostrarles a todos que soy capaz».

Otras canciones que destacan dentro de 'Dulcinea' son las desamor, esas que cuando las escuchas consiguen que se te caiga más de una lágrima. La mayoría se podría decir que son autobiográficas porque la colombiana todavía no ha encontrado a su media naranja. «Yo he sufrido mucho por amor desde muy pequeña. Tal vez, algunas carencias de mi infancia me hicieron buscar la idea del amor y compañía en otros. Afortunadamente tengo la música que me salva en los peores momentos».

La rapera se da a conocer en el programa Factor X, en 2021. Llegó hasta la final, convirtiéndose en una de las favoritas para ganar, pero su controversial forma de actuar y de comportarse no pasaron desapercibidas durante el concurso. «Fue incómodo, había cosas que yo no entendía. Estaba un poco perdida con lo que era la industria musical porque fue allí donde verdaderamente la conocí. El concurso fue un reto para mí a la vez que una escuela donde aprendí mucho», comenta.

Además, demostró una vez más no querer estar atada a nada ni nadie. No quería cumplir las normas que estaban establecidas y a diferencia del resto de participantes prefería no obtener la victoria. «No me dolió no ganar. Yo llegué a la semifinal y me eché a llorar en la habitación del hotel porque no quería llegar a la final, ni ganar porque los finalistas tenían que firmar un contrato con un sello y yo no quería eso. Por eso sentía que no quería ganar con esas condiciones», defiende.

Un momento icónico en su carrera fue la viralización de su original versión de 'Saoko' de Rosalía. Fue un empujón para la cantante que le ayudó a ser aún más conocida fuera de su país, incluso llegando a cantar con la artista catalana. «Fue el vídeo más viral de Colombia en 2022. De hecho, la manager se puso en contacto conmigo y cuando fue a Bogotá a cantar me invitaron y estuve con ellos, fue una experiencia muy bonita».

Todavía le quedan muchas experiencias por vivir y muchos éxitos por cosechar, pero por el momento está en el camino indicado. «Estoy en el primer escalón de la escalera. Dentro de 10 años espero estar creciendo como persona y como artista, y conectando con la gente porque para mi es primordial, que haga lo que haga la música tenga alma. Esa es la única forma de llegar lejos».