Jorge Javier Vázquez, sobre el final de 'Sálvame': «He amado y odiado este programa. ¿Ahora qué voy a hacer?»

Ahora, tras dos semanas digiriendo el golpe de realidad, Jorge Javier Vázquez rompe por primera vez su silencio sobre el final de 'Sálvame'. «Cuando digerí la noticia me dio un bajón. Me pregunté: '¿y ahora qué voy a hacer?'. Se me vino el mundo encima. Tanto tiempo fabulando con la idea de tener más tiempo para mí y sentir que ahora iba a tener todo el del mundo me daba ansiedad. Estoy a punto de llorar varias veces al día», confiesa esta semana para la revista 'Lecturas'. Pese a todo, «a 'Sálvame' le he dado la vida entera y no me arrepiento», añade.

Sin embargo, Jorge Javier asegura que le pilla en un momento en el que tiene la mejor disposición hacia lo que pueda pasar: «El alcohol no es buen compañero. Cuando me enteré del final del programa pensé: 'menos mal que no me pilla bebiendo'», y lanza un mensaje al resto de colaboradores, que como él, tendrán que buscarse la vida a partir del próximo 23 de junio. «He amado y odiado este programa, pero lo vivido con Sálvame es inusual. Raro. Así que, desde aquí, les digo a mis compañeros: habéis hecho historia», además opina que «el más flojo de nuestro colaboradores es mejor que el ochenta por ciento de los que trabajan en estos momento en televisión».

Sobre las posibles causas del final del programa, el catalán no lo tiene claro: «Unos señalan a Rocío Carrasco como la destructora del programa; otros aseguran que me lo cargué yo el día que exclamé lo de 'rojos y maricones', aunque yo sólo sé que una de las grandes cosas que me ha regalado este programa es conocerla», y confirma la noticia de que Pedro Sánchez se puso en contacto con él tan solo un día después: «Me emplazó a tomar un café. Acepté la oferta, claro. Ya es hora de que nos conozcamos».

Sobre el futuro del espacio televisivo, el catalán no cree en la 'televisión blanca': «Me aburre soberanamente. Me aburre que me mata. Me aburre hasta decir basta. Eso no es televisión. Es un salón de té repleto de comensales esperando que anochezca», opina.