El gran homenaje de Alberto de Mónaco a su padre
El monarca estuvo rodeado de su familia en el momento de la inauguración de la colección de coches de su padre
Adrià Gallego
Madrid
Alberto de Mónaco vivió ayer un momento muy especial para él que sin duda ya le quedará grabado en la retina de por vida. El monarca acudió a la inauguración de la colección de coches de su padre, el difunto Príncipe Rainiero. Este ... era un proyecto muy especial para él. Es por eso que su hijo ha querido darle continuidad hasta acabar exponiendo la imponente colección ante todos los ciudadanos que se acerquen hasta la pista del Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco, donde desde ayer se encuentran los automóviles del Príncipe Rainiero expuestos.
El padre de Alberto empezó a coleccionar coches en 1950 y desde entonces, no paró de incorporar nuevos vehículos a la colección, hasta el punto de que ya no cabían en el garaje del Palacio Grimaldi. En 1993, Rainiero trasladó todas las piezas de la colección a las terrazas Fontvieille, donde han permanecido hasta el día de hoy. Ahora, su hijo Alberto, que ha heredado la misma pasión por los coches que su padre, ha inaugurado la nueva ubicación de la colección orgulloso del tesón que ha puesto en continuar con el legado de su progenitor.
El Príncipe Alberto no vivió solo este emotivo momento, lo acompañaron su hermana, la Princesa Estefanía; su sobrino Louis Ducruet, hijo de Estefanía; y sus sobrinos Andrea y Pierre Casiraghi, hijos de la Princesa Carolina. Eso sí, no estuvo acompañado por su mujer, Charlene, la que hace pocos días retomaba su agenda pública visitando un hospital materno-infantil.
El momento más peculiar de la inauguración fue cuando el Príncipe Alberto se montó en uno de los coches antiguos deportivos de su padre y dio un paseo por el circuito junto a su hermana Estefanía que ejerció de copiloto.
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