Gloria Camila Ortega pone a Ana María Aldón entre la espada y la pared

La joven, que reconoció que en otra época hubiera reaccionado de otra manera, confesó que tras la misiva whatsappera, bloqueó a su hermanastra pero que antes le enseñó el contenido a su padre, que le aconsejó no responder. Durante la entrevista, Gloria también reconoció que la relación con la mujer de su padre es inexistente ya que ni siquiera ha podido hablar con ella para saber cómo se encuentra después de anunciar que está en tratamiento psicológico: «yo también estoy ahora en terapia y espero que Ana se recupere muy pronto», dijo.

Gloria Camila no quiso hacer leña del árbol caído. Contestó tímidamente a las preguntas relacionadas con Ana María sin ahondar, por ejemplo, en lo que ocurrió hace unos días cuando ambas se reencontraron en la casa familiar: «no quiero entrar ahí», dijo con contundencia. Su estudiado silencio responde únicamente a su interés por proteger a su padre, pues ABC sí ha podido confirmar que no solo existió una conversación sino que la misma acabó en fuerte discusión.

Sin embargo, Gloria volvió a echar un capote a la mujer de su padre. Calló cuando podía haberla señalado como responsable de la persecución mediática a la que Ortega Cano está sometido desde que la diseñadora contara públicamente que su marido no le hacía caso, que no le daba su sitio, que se sentía poca mujer para tanto torero. Con sus respuestas, Gloria puso entre la espada y la pared a Ana María. Dejó en sus manos continuar con una polémica que le está siendo muy rentable. Y es que ventilando su ocaso sentimental, la sanluqueña se habría podido embolsar más de cien mil euros entre platós, exclusivas y falsas ausencias. ¿Ganará el dinero o la familia?