Felipe Campuzano, «incondicional de los suyos» entre los que estaban Rocío Jurado y Lola Flores

El compositor, que cumpliría 80 años el próximo mes de noviembre, estaba aquejado de una dolencia que le detectaron hace unos meses en el hospital de Málaga, cuando le operaron de una mandíbula. El pianista no perdió nunca la esperanza y, en una entrevista que tuvo con este periódico hace escasos meses, con el carácter bromista y satírico que le caracterizaba manifestaba: «A mí me quedan todavía muchos bemoles que dar». Y así fue acariciando su piano hasta el último momento. Pero al final la enfermedad pudo más que él, y su clave de sol se quedó anclada en el teclado.

Muy amigo de la familia de Rocío Jurado, siempre fue un incondicional de los suyos. Incluso cuando la cantante falleció, Campuzano siempre estuvo pendiente de su hija, con la que tenía muy buen trato. Justo con Rocío Carrasco, hacían una canción juntos en Marbella homenajeando a la «más grande». Otra de las folclóricas de la que nunca se separaba era de Lola Flores, con la que compartió muchas confidencias en la casa de «Los gitanillos», donde pasaba horas y horas en Marbella con «El Pescadilla».

Aunque Felipe nació en Palma de Mallorca, ya que su padre era militar y nació en la isla, el intérprete pasó toda su vida entre Cádiz y Marbella. Se afincó en la Costa del Sol y, reconocido como «gloria de la música andaluza», compuso canciones tipo himno como: 'Ay, mi Marbella'. En «la Ciudad del Canto sin dueño» todos le querían y ,durante unos años, fue el Director del Conservatorio de Música que ahora llevaba su nombre en la ciudad.

Felipe empezó sus estudios de solfeo y piano en el Conservatorio de Música de Cádiz, y luego terminó en Madrid. En su juventud fue galardonado con diversos premios interpretativos, como el Premio Internacional de Arte Sagitario de Oro o el primer premio en el certamen de piano Manuel de Falla celebrado en su ciudad natal. En la Costa del Sol es donde más se significó y, en el pueblo de Estepona, le fue reconocida una calle con el nombre «Pasaje Felipe Campuzano».

En el ámbito de la música popular, Felipe Campuzano ha compuesto canciones para diversos artistas. Algunos de sus temas más conocidos son 'Amigo conductor' (1968), 'A mi novio no le gusta (la minifalda)' (1971) de Perlita de Huelva y después Manolo Escobar. Fue arreglista y pianista en varios discos, 'Amina', 'Achilipú' o 'Te estoy amando locamente' (1974) de Las Grecas. Su relación con los grandes compositores de la copla, como José Antonio Ochaíta, Valerio y Solano o Rafael de León, con quien hizo para Lola Flores 'Desde que te fuiste de la vera mía'... nadie lo olvida.