El certificado de defunción de Matthew Perry sigue sin revelar la causa de su muerte

La ex modelo y el actor se conocieron en 2006 después de conocerse en una reunión de Alcohólicos Anónimos. Tras su rupturan mantuvieron una buena relación, inclusó trabajó como su asistente en 2011. A pesar de que los primeros informes toxicológicos dieron negativo para fentanilo o metanfetamina, Edwards asegura que «las cosas no cuadran».

El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles emitió el certificado de defunción a finales de la semana pasada. En el que se indica que tras haberse realizado la autopsia al cuerpo de Perry, la causa de la muerte sigue sin quedar clara. Queda esperar los resultados definitivos del informe toxicológico para despejar todas las dudas.

Protagonista de una de las series más exitosas de la televisión, el actor disputaba una lucha feroz contra sus adicciones. En la publicación de sus memorias explicó que durante años estuvo luchando contra las drogas y que en el momento en que fue elegido para el papel, las cosas empeoraron. Durante algunas temporadas, el actor estuvo enganchado al alcohol y a las drogas, llegando incluso a tener que ser internado en una clínica de desintoxicación. «La enfermedad se fue agravando, aunque no fui capaz de verlo. Al menos no entonces. Y si alguien se enteraba de lo mucho que bebía, lo más probable es que se preocupara y me dijera que le pusiera fin», reconocía en su libro.

Lo intentó muchas veces pero su lucha contra las drogas no cesó, el actor bebía, tomaba opiáceos, cocaína y muchas más sustancias. «Durante los años que trabajé en la serie sufrí unos cambios de peso que abarcaron desde los 58 a los 102 kilos. Si prestas atención a mi aspecto de una temporada a otra puedes seguir la trayectoria de mi adicción: si gano peso, es por el alcohol; si estoy delgado, es por las pastillas. Y si llevo perilla, es porque estoy tomando muchísimas», describe. La única tanda en la que estuvo limpio fue la novena, que fue a su vez la única en la que le nominaron al Emmy al Mejor actor de comedia.

Su historia no era la de una persona que consigue superar sus adicciones y vive feliz para siempre. «Desintoxicarse es un infierno. Implica tumbarse sobre una cama y ver los segundos pasar sabiendo que no estás ni mínimamente cerca de encontrarte mejor», asegura sobre el proceso: «A pesar de ello, la adicción pudo muchas veces conmigo», confesaba.