Bárbara Rey: «Desde jovencita, siempre he despertado envidia»

—¿Qué va a añorar del 2022 y qué espera del 2023?

—Del año pasado te diré que no me gusta la situación que atraviesa España. Siempre estoy pendiente de todo ya que me gusta informarme y reconozco que, aunque a nivel familiar ha sido un año tranquilo, me duele lo que pasa en mi país. Este año ha servido también para colaborar en la serie que se va a estrenar 'Cristo y Rey' que, a fin de cuentas, quién mejor que yo para saber cómo ha sido mi vida. Es verdad que ha colaborado gente que ha vivido situaciones que ahí se relatan y, como es lógico, la serie tiene momentos de ficción. Fíjate que yo aún no he visto el resultado. Te confieso que mi matrimonio fue muy doloroso desde el principio con cosas que nunca he contado ni ahora voy a desvelar por eso se ha tenido que dulcificar algunos momentos aunque se refleja perfectamente todo lo amargo que he sufrido.

—Supongo que se habrá revuelto al recordar tantos momentos con su exmarido.

—Me ha revuelto recordar cosas que he vivido y eso que tengo muchísimo más para contar. Tal vez sean demasiadas vivencias como para poder narrarlas.

—¿Cree que después de esta serie la gente tendrá más empatía con usted?

—La gente me quiere y me entiende. Otra cosa son algunos medios de comunicación que nada tienen que ver con la gente de la calle que te aseguro me respeta y me da su cariño. No han conseguido hundirme y soy consciente que a todo el mundo no le puedes gustar pero lo cierto es que algunos medios que me han atacado en una etapa sin conocerme ni saber de mí no sólo me han criticado sino que he vivido esos azotes sin ningún tipo de defensa.

—La han cuestionado incluso cuando confesó los malos tratos que le propinó su marido. ¿Cree que hay famosos de primera o de segunda a la hora de encontrar eco en los programas?

—En televisión escucho historias de lo más ridículas que algunos tertulianos defienden a capa y espada, algo que yo jamás he sentido. A mí no me han defendido sino todo lo contrario. Espero que con la serie los que no han vivido de cerca mi vida tal vez me entiendan mejor aunque también sé que habrá quién nunca quiera escuchar lo que ya sabe y no quiere reconocer. Ahí está el caso de mi amiga Chelo García Cortés que ha convivido con nosotros mucho tiempo y sí ha descrito situaciones tremendas y sus propios compañeros se lo han pasado por el forro. Eso lo considero una tremenda falta de consideración.

—¿Y porqué cree que le pasan esas cosas?

—Aunque suene a prepotente o pedante te diré que creo es por envidia. En febrero cumpliré 73 años y te aseguro que a mi edad digo lo que pienso y creo. La envidia ha sido una tónica general en mi vida desde que era jovencita. He sido una trabajadora y luchadora que he salido hacia adelante en situaciones muy complejas y eso no siempre se entiende. Pienso que a mi edad estoy muy bien y eso que no he pasado por un quirófano porque me dan terror.

—Me da la sensación que no han podido con usted por mucho que la hayan criticado.

—Ni han podido ni podrán. Han dicho cosas desagradables pero, ¿sabes una cosa?, siempre he sentido que hay algo que me protege y me da esa fuerza. Soy una mujer muy creyente y me han ayudado a salir adelante. No puedo explicar con palabras lo que siento y me pasa pero te aseguro que no odio ni deseo venganza. El rencor no entra en mi personalidad a pesar del daño que me han hecho. Esa manera de ser es la que hace que alguien o algo me cuide. Tampoco sé lo que es el miedo ya que todo el miedo que tuve que vivir lo pasé durante los años de mi matrimonio.

—Vive en Marbella donde cuenta con buenas amigas. ¿Qué espera le pase en este nuevo año?

—Tengo unas amigas estupendas con las que me siento muy a gusto y una calidad de vida extraordinaria. Si te soy sincera yo con seguir como estoy me basta. Sólo deseo la felicidad de mis hijos pero no puedo pedir nada para mí ya que es una bendición de Dios estar como estoy.

—¿Y si le hablo de un amor nuevo?

—Me han adjudicado siempre un montón de amores pero no hay ni una imagen que lo confirme. Me casé cerca de los 30 años y evidentemente ya había tenido mis historias. Lo que pasa es que salí muy tocada de mi matrimonio y al romper vi la luz y tranquilidad y valoré mucho la libertad. Soy una mujer libre, comprensiva, que me gusta dar espacio a cada persona. Mi vida de casada fue muy dura y encima en un mundo difícil como es el circo, aunque me encante. Al no tener el apoyo de mi marido lo pasé tan mal que perdí la libertad por completo y cuando digo eso me refiero a que no podía ni tan siquiera ir a ver a mis padres.

—Parece mentira en una mujer tan fuerte como usted.

—La imagen que irradio no tiene que ver conmigo. Soy muy de preocuparme por los otros y servil. No me gusta herir y sí ocuparme que estén bien. Por eso me duele la forma en la que hablan de mí. Jamás he dado un problema a mis padres y en cuanto empecé a ganar dinero me ocupé de todos ya que pasaron por un bache económico por una mala inversión. Siempre he estado ahí. Incluso con mi ex marido. A quien tampoco dejé de lado a pesar de lo que viví.