Alba Carrillo: «Congelé óvulos a los 34 años. Este año volveré a ser madre»

Licenciada en Publicidad confiesa haber escrito muchas cosas antes de salir a las librerías, textos que se habían quedado en la intimidad. Durante seis meses y acompañada por una magnífica editora, también de nombre Alba ha conseguido hacer realidad este proyecto al que se enfrentó con miedo pero que ahora repetiría sin pensarlo. Y eso que cuenta que en la vida alguna vez le ha tocado ser actriz de su propia obra. «La vida es un teatro porque te das cuenta que hay mucha gente que vive con careta. Yo he tenido suegras y me ha tocado fingir en algunos momentos, en el sexo también. Intento ser lo más franca posible pero lo he hecho y lo he pasado mal. No me siento cómoda».

En los momentos duros se ha apoyado en los suyos y en los libros «han sido mi salvación, mi medicina, me han dado muchas respuestas Y luego tengo la suerte de tener una familia maravillosa y amigos del colegio y la universidad que son gente anónima, normal, que me ponen los pies en la tierra», confiesa Alba Carrillo. Ha venido al mundo para amar intensamente y aunque su matrimonio con el tenista Feliciano López fue muy traumática ha extraído enseñanzas de ello. «La reflexión que hago de esa etapa es que acababa de dejarlo con el padre de mi hijo, no estaba bien. No puedes empalmar relaciones y no puedes elegir desde la vulnerabilidad, todavía no has pasado tu duelo no puedes empezar una relación porque está destinada al fracaso».

Reconoce haber llorado en muchos divanes pero le hubiera gustado en mejores «he llorado en sofás muy chungos o en sillones de aeropuerto, en todos los sitios porque soy muy llorona. Unas veces por emoción y otras por dolor. He ido al psiquiatra y he tomado medicación, porque tuve una depresión a raíz de mi separación. Era un proyecto vital que se truncó muy pronto y la verdad es que me costó digerir todo lo que paso. Luego he estado en terapia para recibir herramientas para mejorar como persona, no solo para gestionar los factores externos sino para ser una mejor versión de mí misma».

Tiene claro que su hombre perfecto es su hijo Lucas «como no lo encontraba lo tuve que hacer. Estoy muy orgullosa de él, está creciendo con unos valores alucinantes, tiene una sensibilidad que intento explotar, en mi casa los hombres lloran, es muy detallista, y me encanta compartir muchas cosas con él».

No se arrepiente de nada de lo que ha hecho aunque con la experiencia si hay cosas que gestionaría de otra manera. No renuncia al amor, pero sí al matrimonio, aunque ahora mismo esté leyendo 'Historias de mujeres casadas', que le había recomendado una amiga. «El compromiso es otra cosa. Me veo con novio hasta el día que me muera». Con el tiempo se ha ido haciendo tan abierta de mente, que hasta perdonaría una infidelidad «solo si hay algo muy sólido y ha sido solo un tema sexual», reconoce.

Al 2024 le pide volver a la televisión; «es mi medio, he tenido momentos maravillosos y también he visto lo peor de ese mundo. En la cadena y el momento que yo he estado, se permitía todo, un periodismo de guerra horroroso, pero sales lista para la batalla. Me gustaría volver siendo yo, sin perder mi esencia. Una persona divertida, sensible, no solo la crispada que no me define». Y de este año no pasa «que sea madre de nuevo, congelé los óvulos a los 34 años, pero mi hijo no está muy por la labor de dejar ser hijo único en mi casa».