La española de Italia que no sabía pronunciar la eñe

Dicen que era italiana, de Bolonia, del 43. Pero a los que hemos crecido con ella en la televisión nos parecía tan española como cualquiera. Pese a su acento

05/07/2021
Actualizado a las 19:36h.

Si en una boda no suenan Raffaella Carrá y Camilo Sesto pido el libro de reclamaciones. ¿Pero qué es eso de que se ha muerto la Carrá? ¿Cómo se puede morir la gente que proporciona alegría? Y sin previo aviso. Dicen que era italiana, de ... Bolonia, del 43. Pero a los que hemos crecido con ella en la televisión nos parecía tan española como cualquiera. Pese a su acento. Cuando escucho a un hombre con acento italiano siempre pienso en Torrebruno (aunque sea Vasile). Cuando escucho a una mujer con acento italiano siempre pienso en Raffaella. Ha sido Serio Iapino, el que fue su novio tanto tiempo (bailarín de la diva al principio, muy feo, realizador de ‘Hola Raffaella’, después), quien lo ha comunicado: «Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento permanecerán para siempre».

Cuando era pequeña había tres golpes de melena en nuestras vidas de bailarinas aficionadas, el de Dolores Vargas, la Terremoto, el de Suzy Quatro y el de Raffaella Carrá. Más de una vez hemos estado a punto de descoyuntarnos imitándola. Y ese cuerpo que se movía como ninguno, que se inclinaba hacia atrás como una contorsionista tenía una cabeza. «La sensualidad no está reñida con la inteligencia, la simpatía, la ironía», decía. Y ese pelo. Qué sorpresa cuando leímos (y vimos) en las revistas que en realidad tenía el pelo rizado, que se lo planchaba. También leíamos aquel titular de «Siempre voto comunista».

Desde que debutó en ‘Señoras y señores’ (1975) fue una presencia habitual en TVE, con sus idas y venidas. Presentó su canción ‘Fiesta’ en ‘Esta noche fiesta’ en 1977. Esa noche se montó un lío entre los espectadores a los que no les gustó que los bailarines fueran vestidos de flamencas. Luego hizo dos veces ‘La hora de…’ (en marzo de 1976), aquel programa donde un cantante presentaba y había otras actuaciones (Las Grecas o La charanga del tío Honorio le tocaron a ella). En 1982 se produjo uno de sus grandes regresos al ‘Estudio abierto’ de Íñigo otra vez. En la entrevista contaba sus éxitos en América y resaltaba su amor por Madrid, porque en Madrid empezó su carrera internacional. Y cantó mucho. Todos sus éxitos. ‘Qué dolor’, ‘Caliente’, ‘Mamá dame cien pesetas’.

La primera etapa de ‘Hola Raffaella’ (sin coma), la de 1992, se hacía en los estudios Buñuel. Alberto Maeso, que fue su guionista y hombre en España, contaba que estaba encantada: «Oh, qué bonito este estudio». Le gustaba también porque vivía cerca, en el Eurobuilding. «Bunuel les llamaba. La eñe no le salía». En ‘Hola Raffaella’, Raffaella te daba dinero si cogías el teléfono diciendo «Hola Raffaella». Todos mis amigos contestábamos así el teléfono la noche del programa, pero nunca fue ella. Otra sección famosa era ‘Si fuera…’. Una adivinanza entre invitados y colaboradores que servía para que hablaran.

Presentó el espacio del Festival de Eurovisión en 2008, el de Chikilicuatre. Desde el plató de Madrid conectaron con Belgrado para que habláramos David Gistau (que iba por ‘El Mundo’) y yo, que iba por ‘ABC’. Cuando me tocó a mí dije: «Hola Raffaella… Siempre he querido decir esto». Y ella: «¿Qué ha dicho?». Y empezó un vergonzoso (para mí) diálogo de besugos. Cuando se aclaró dijo que no me iba a dar dinero pese al Hola Raffaella.

Cuanto tengas tristeza en el alma… la Carrá.