Enrique del Pozo: «Yo conseguí que la palabra maricón y bollera esté penada por ley»

Enamorado y tras triunfar con dos documentales, regresa a la televisión, la música y el cine

Enrique del Pozo GTRES

El pasado sábado Enrique del Pozo reaparecía en televisión como nuevo colaborador de ‘Viva la Vida’ (Telecinco), tras nueve años viviendo entre Roma y Nápoles. Iba asustado porque no sabía cómo sentaría su rentrée, y cuya buena acogida y repercusión le ha sorprendido. « ... Aunque no he vivido aquí he estado informado de todo. Lo único que pasa es que venía de un gimnasio de muchos programas donde era el mamporrero y no quería repetir ese papel», aclara. «Mi gran sorpresa ha sido Emma García , su trato me dio mucha paz, y todo el equipo que me dio mucho cariño». Pero dos tardes le han servido para tener claro que «no voy a entrar en el juego de muchas personas. Además yo soy de los de resolver los conflictos personales en privado. Por eso el perfume que he usado siempre es separar lo personal de lo profesional. Y aclara: «El cáncer de los artistas es el ego».

A sus 62 años recién cumplidos está estupendo y con la primera dosis de la vacuna puesta, aunque se queja un poco de haber echado tripa por culpa de una lesión en la pierna que le inmovilizó en el sofá durante muchas semanas. Pero que no le impidió lucir con estilo una sudadera de Primark en el plató y que le llovieran las críticas «este fin de semana me pondré chaqueta» (ríe). Se siente un afortunado de la televisión: «Yo he compartido debate en ‘Si yo fuera presidente’ de Tola con Carillo, Umbral, Sabina , Concha García Campoy, para mí era un lujo, aposté por ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’, he trabajado con Las Campos, con Hermida, Sardá. Lo que pasa es que hubo un tiempo en el que todo valía por dinero y eso suponía perder tu dignidad y tus principios. Y yo dije, no hay dinero para pagarme».

Y luego le tocó vivirlo a él en sus propias carnes. Su enfrentamiento con Antonio David , tan de moda ahora, le cerró las puertas. «Yo sufrí un acoso profesional. Como yo le rebatía y no le seguía el juego fui a la calle. Es un chantaje y una forma poco profesional de dirigir un programa». Esta situación junto a la campaña de difamación que tuvo que soportar en la ya extinta revista ‘Dígame’ en la que se llegó a decir que era un corruptor de menores, le llevaron a caer en un depresión. Y si algo lamenta es que su madre sufriese mucho y además se muriese sin poderle ver bien como ahora. A ella estaba muy unido. El artista viene de una familia humilde «mi madre fue una mujer separada en la España en la que las mujeres necesitaban el permiso del hombre para trabajar, para abrir una cuenta corriente… no era fácil dar ese paso de abandonar al marido». Le quedan dos hermanos a los que también adora y nada tienen que ver con este mundo y además han llevado muy bien su fama. De su padre aclara que no han tenido relación, aunque sí le agradece que cuando se hizo muy popular no saliese nunca hablar. «Al final fue un caballero», reconoce.

Actor y director

Antes de que se hiciese famoso en medio mundo con su dúo musical ‘Enrique y Ana’ y pusiese de moda la ‘gallina co-co-ua’ o el ‘baile del hula- hop’, Enrique se subió al escenario del Teatro Marquina de Madrid con trece años para protagonizar ‘El cartero del Rey’. Y se marchó a Londres para estudiar arte dramático, a la vez que trabajaba de camarero. Se enamoró de una mujer maravillosa que le descubrió el mundo del cine «me presentó a Kubrick, a Francis Bacon, me enseñó quien era Pesoa ... Para mí Londres fue una escuela intelectual, profesional, sexual … y de ahí pase a Italia, donde ya me enseñaron todo lo que necesitaba para hacer lo que quería». A Roma llegó hace unos años de nuevo con su primer y laureado documental ‘El muro rosa’ que recibió entre otros, el premio Pasolini de manos de Abel Ferrara y Coppola. «Fue una idea que desarrollé con la ayuda de Julián Lara. Me di cuenta de que no se podía consentir que no hubiese una memoria histórica para los gays, los cementerios están llenos de homosexuales que han sido asesinados e incluso transexuales”, explica orgulloso. Ya creó jurisprudencia hace años cuando durante la inauguración del museo Guggenheim en Bilbao en un programa de Canal Sur empezaron a decir que era maricón. «Los demandé y conseguí sentar jurisprudencia siete años después y a partir de ahora la palabra maricón y bollera está penada por ley».

Su último documental ‘El hombre detrás de la mujer’ esconde una historia fabulosa la de un chico de 15 años que era fan suyo y al que conoció un día en el Florida Park y se reencontraron en Montecarlo en el festival de cine. «Quería ser trasformista, estudió ballet, se preparó como actor, y vino un empresario alemán porque allí son superestrellas y se lo llevó a trabajar al cabaret más famoso de Berlín donde iba hasta la Dietrich. Se convirtió en una superestrella por toda Europa hasta que el local cerró. Terminó enamorado del dueño y ahora colabora con la asociación que preside Estefanía de Mónaco para la lucha contra el SIDA». Ella y el príncipe Alberto lo presentaron y ahora Del Pozo tiene buena relación con ellos.

El tercer documental ya está en camino. No piensa parar a pesar de que ha ganado mucho dinero «pero lo he invertido, lo he perdido, he ayudado a mantener a quien tenía que mantener. Ahora estoy en una fase buena pero tengo miedo a la vejez sin un duro, no quiero depender de nadie», aclara. Ni ha sido ni es de grandes lujos porque los ha vivido todos gracias a su trabajo «he viajado, me he alojado en las mejores suites, he comido en el Petrossian de Nueva York donde los platos son de oro, pero yo soy persona también de tasca. A mí no me atraes con el superlujo, no me da la felicidad. A mí me la da sentirme querido por mis amigos». Y por su pareja. Se declara bisexual «mi bragueta es democrática, no me gustan todas las mujeres ni todos los hombres». Le han roto el corazón y se ha sentido muy querido.

Ahora está enamorado de un español , 22 años más joven y musculado. No descarta presentarle en breve en sociedad. Su madre le enseñó dos cosas fundamentales: decir «te quiero y perdóname». Tiene pendiente el estreno de un disco ‘La Bambola’ en italiano y a principios del próximo año comenzará el rodaje de ‘La odisea de Ulises’ junto a Claudia Cardinale y Jeremy Irons «soy coprotagonista , el mejor amigo de Ulises». La curiosidad por aprender es su mejor virtud, aunque a alguno les suene raro porque tienen una imagen frívola de él.

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