Seis recomendaciones y un menú sano y barato frente a los atracones navideños

Desde su experiencia, podemos aplicar una serie de criterios para que comer sano no sea imposible, ni caro. Porque «para comer bien solo hace falta intención de hacerlo, así como conocer qué vamos a comer y como lo combinaremos» , asegura.

1. Elige lo que comes: Conoce los alimentos que consumes y lo que necesitas de ellos en cada momento. Hay que huir de la influencia de los anuncios de los alimentos milagro. Vivimos en un entorno que nos condiciona, pero somos capaces de elegir.

2. En la variedad está la salud: Los seres humanos, además de agua para su nutrición, necesitan variedad y equilibrio en la alimentación. Una dieta correcta debería contener adecuadas cantidades de proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas y minerales.

3. Ojo con la comida industrial: En especial en el entorno urbano, hay que cuidarse de caer en los alimentos industriales que son tan vistosos, apetecibles y rápidos de comer. Ese consumo junto a la vida sedentaria, hacen un mal cóctel.

4. Recobrar la salud no es magia: se trata de un proceso de reconstrucción que afecta a cada faceta de nuestra vida, a saber: creatividad. trabajo, amistades, emociones, felicidad , etc. Sería muy simplista creer que unas cuantas vitaminas, un nuevo y maravilloso fármaco, una intervención o tan sólo un tratamiento médico alternativo pueden, de improviso, enmendar los efectos de muchos años de desatención.

5. Cambia de hábitos: Descubre primero cuáles han sido, tanto en lo referido a los alimentos como a la forma de vida… ¡y dales la vuelta!

6. Mira a nuestros antepasados: Hemos de recordar cómo vivían no hace tantas generaciones nuestros antepasados. Admirar su sabiduría en su forma de vida, en la alimentación, el ejercicio y la relación familiar y social, cómo en pocos recursos encontraban el secreto de la felicidad . Algo que la vida moderna nos ha arrancado de golpe.