«Las vacaciones favorecen el sexo en la pareja y la probabilidad de concebir un hijo»

Explica que a las mujeres o parejas que estén buscando un embarazo o realizando tratamientos de fertilidad les aconsejan que descansen en determinados momentos. «Por ejemplo, si se ha finalizado un ciclo que no ha resultado positivo, es bueno descansar o marcharse de vacaciones, no solo en verano, sino en cualquier momento del año. Las vacaciones son saludables sin duda, pero también es cierto que algunas personas eligen el periodo vacacional para iniciar un tratamiento de fertilidad. Piensan que van a estar más relajadas y sin la presión de tener que pedir permisos por las ausencias laborales. Otras personas creen que marcharse de vacaciones puede ser “una pérdida de tiempo” por la presión que supone el “reloj biológico”. En general, desde La Unidad de Psicología aconsejamos descansar y reestructurarse cognitiva y emocionalmente para el buen curso de los tratamientos y las vacaciones pueden ser un buen momento para ello».

Insiste esta psicóloga en que en parejas que buscan un hijo por concepción natural, las vacaciones, la relajación y el disfrute, pueden favorecer los encuentros sexuales y consecuentemente aumentar la probabilidad de concebir. «Si hablamos de buscar un hijo o pasar por un tratamiento de fertilidad, sabemos que hay momentos de ansiedad y altibajos emocionales difíciles de gestionar».

¿Se debe preparar también la mente para favorecer la fertilidad?

El estado mental es importante siempre, durante los tratamientos de reproducción también.

¿De qué manera se debe hacer?

Los programas de psicología para la reproducción asistida son un conjunto de medidas que aconsejamos a las pacientes y a sus parejas para mantenerse activas y a la vez descansar. Proponemos calendarios de actividades: relaciones sociales controladas (a veces los pacientes se han aislado demasiado de familia y amigos), meditaciones y relajaciones guiadas, actividades creativas, momentos para pensar y para expresar emociones, lecturas, cine, autopremios, etc.

En definitiva, se trata de un paquete personalizado de medidas para la gestión de las emociones que resulta muy atractivo, que ayuda a mejorarlas y favorece el estado mental positivo y adecuado a la realidad.

Algo básico para que todas estas medidas sean efectivas es pedirle al especialista la información necesaria. A veces, se sufre más por la falta de información que por la realidad en sí misma. No obstante, la sobreinformación también puede ser contraproducente: hay que pedir y asimilar la información que ayude a entender la situación.

El apoyo de la familia y los amigos también puede ser beneficioso, siempre que esas personas cercanas sean “reforzantes“ y ayuden en el proceso. Si no fuera así, aconsejaremos alternativas para socializar y no estar solos.

¿Por qué genera tanta ansiedad el deseo de ser padres?

Desear ser madre o padre y no tener la capacidad para conseguirlo está ya descrito en los manuales como una de las experiencias más estresantes en la vida de una persona. Se vive como una “pérdida” y se convierte en un duelo, a veces invisible por estar dentro de la esfera íntima de nuestra vida.

Querer ser padres supone el inicio de un proyecto de vida biológico, social y psicológico. Se interpreta en ocasiones como la culminación de un proyecto de pareja o simplemente “sentirse un agente activo en el proceso de evolución de la especie” o tener un rol definido en la sociedad como padre, madre o abuelos. Como dice el psicoanálisis: Tener hijos supone paliar la angustia de la muerte, transcendiendo a ella a través de la descendencia.

La sensación de no estar capacitado para hacer algo aparentemente tan simple y tan básico como reproducirse genera ansiedad y angustia, falta de control y daña la autoestima y aboca a ese estado de duelo, con sus etapas de shock, incredulidad, enfado y rabia… hasta llegar a la etapa de aceptación.

¿Cuál suele ser la actitud de las parejas que, tras varios intentos por tener un hijo de forma natural, no lo consiguen?

Entran en lo que llamamos “la indefensión aprendida” esto es: se instalan en la creencia de que si no lo han conseguido, ya no lo conseguirán. Están equivocados, es al contrario. En reproducción asistida hay lo que los expertos llaman la probabilidad acumulada. Tras varios intentos están más cerca del éxito y así se lo hacemos ver desde nuestras consultas, los acompañamos en el proceso y los dotamos de las herramientas para lograr ese autocontrol emocional que les permite pasar los tratamientos con más tranquilidad y que estos sean más llevaderos.

¿Cómo afrontar la interminable espera de un nuevo mes para intentar lograr un embarazo?

Hay que tener la información justa y suficiente sobre el proceso. Quererse y cuidarse a sí mismos como quizá nunca lo han hecho. Darse tiempo para pensar y decidir. Cultivar el espíritu, meditar, pensar y relajarse. Acompañarse de personas “reforzantes” que nos ayuden. Llevar una vida lo más gratificante posible durante el proceso de reproducción.

Con vacaciones, o sin ellas, hay que integrar el deseo de ser padres o el tratamiento de fertilidad y todo lo que conlleva en el día a día porque, como la vida continúa, no hay que dejar de lado la vida por estar en tratamiento.