La estimulación temprana es clave para favorecer el desarrollo de los niños prematuros

Coincidiendo con esta efeméride, desde anda CONMiGO, centros especializados en retraso madurativo para menores de entre 0 y 14 años, analizan la importancia y los beneficios de la atención temprana para atender las necesidades específicas en casos de prematuridad y para conseguir que el neonato alcance todos los objetivos y los hitos de su desarrollo evolutivo.

«Cuando un niño nace de forma prematura, puede presentar dificultades en cualquiera de sus ámbitos del desarrollo. Las complicaciones diferirán en función de los motivos de la prematuridad (no es lo mismo un bebé altamente prematuro, con menos de 28 semanas de gestación, que uno nacido antes de la semana 37) y podrán requerir intervenciones puntuales o permanentes. Los que sí podemos afirmar es que, a través de la atención temprana, dichas complicaciones se minimizan de forma considerable y que, gracias a la neuro-plasticidad, los pequeños consiguen avanzar, cada uno a su ritmo», explica Juana Pérez, pedagoga y directora de anda CONMiGO San Vicente del Raspeig.

Un nacimiento prematuro puede conllevar complicaciones en los procesos de desarrollo normales del neonato. El mayor problema suele producirse como alteraciones en el desarrollo cerebral, especialmente si va acompañado de problemas cognitivos y motores. Asimismo, los bebés prematuros pueden presentar dificultades para alimentarse y respirar, problemas visuales y auditivos, dificultades del aprendizaje o diversos tipos de discapacidad. También pueden ser sensibles a infecciones y correr riesgo de sufrir hemorragias cerebrales.

El procedimiento a seguir será pautado por los servicios de Neonatología del centro hospitalario, quienes también establecerán las terapias de Atención Temprana que mejor se adapten a las necesidades del menor. Las acciones pueden variar desde el posicionamiento, férulas y alimentación, hasta la educación a los padres y modificación del entorno. Desde anda CONMiGO destacan que se puede trabajar con los pequeños desde el momento del nacimiento, teniendo en cuenta que cuando antes comience la intervención, se logarán mayores avances en las áreas de desarrollo.

Ante estos casos de prematuridad, los profesionales pediátricos recuerdan que la estimulación temprana es muy beneficiosa para favorecer el desarrollo físico y cognitivo.

La atención temprana es una etapa crítica que engloba desde los 0 a los 6 años, siendo el período de los 0-3 aun más relevante en cuanto a desarrollo cognitivo, físico y emocional. La especialista asegura que el cerebro en estas edades se encuentra en pleno auge de sinapsis cerebral y las conexiones neuronales son fundamentales para su desarrollo.

«Desde los centros anda CONMiGO trabajamos con una perspectiva ecológica, ya que el contexto natural es imprescindible. Esto significa que nuestra terapia no está solo centrada en el bebé, sino que atendemos también a su familia, es un trabajo triangular entre familia-niño-profesionales. De este modo, el equipo multidisciplinar, desde diferentes unidades de psicología, pedagogía, fisioterapia y terapia ocupacional, diseñamos el programa y los objetivos a corto plazo, haciendo un seguimiento exhaustivo de la terapia», añade Pérez.

Así, gracias a este trabajo, los pequeños avanzan en las diversas áreas del desarrollo, aprovechando al máximo todas las sinapsis y las conexiones neuronales, fruto de la estimulación por parte del profesional.