Cómo afecta el cambio de hora a los bebés: consejos y trucos para hacerlo más llevadero
Los más pequeños pueden experimentar dificultad de sueño o irritabilidad y pueden tardar días a adaptarse a la nueva hora
¿Qué día es el cambio al horario de verano en España?
Bacelona
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Iniciar sesiónMientras continúa el eterno debate sobe si los cambios de hora deben continuar efectuándose, lo cierto es que estamos acostumbrados a tener que retocar dos veces al año las agujas de los relojes, como pasará este próximo fin de semana. Incluso muchos lo ... esperan con la alegría de saber que una vez al año hay un buen motivo para descansar una hora más al día.
El próximo cambio se efectuará este sábado cuando, para adaptarse al horario de verano, se tendrán que atrasar las agujas del reloj durante la madrugada: a las 02 serán las 03 horas. Los expertos recomiendan prepararse los días previos para vivir el cambio de la manera más suave posible y para que nuestro organismo note tan poco como sea posible las alteraciones horarias.
Esta cuestión preocupa especialmente a muchos padres, que ven con temor cómo sus hijos, especialmente si son pequeños, pueden ver trastocados sus hábitos por el simple adelanto o retraso de un ahora. Y es que los bebés suelen funcionar a base de rutinas y muchos temen que un mínimo cambio puede alterar sustancialmente su día a día. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Principales molestias
A efectos prácticos, además de la modificación en el reloj, el cambio de hora incorpora la pérdida de una hora de sueño y la alteración de los horarios de las comidas del día siguiente. Todo esto puede conllevar dificultades para dormir por la noche y la consecuente somnolencia durante el día y, por ello, mal humor e irritabilidad o incluso ansiedad. Un niño puede llegar a arrastrar estas molestias durante una o dos semanas.
La 'culpa' de tantas afectaciones las tienen los ritmos circadianos, que ordenan la actividad y el reposo de todo humano y que influyen en todas las funciones biológicas, desde la temperatura corporal a la presión y las actividades metabólicas. La intensidad de la luz influye en estos ritmos y cuando decae el día se produce menos serotonina y aumenta la secreción de melatonina, causante de la somnolencia.
Cómo minimizar las afectaciones
La preparación gradual del sueño de los más pequeños es una de las pequeñas acciones que puede ser más efectivas de cara a no notar el cambio de hora. Lo ideal es que unos días antes del 'día D' se empiece a adelantar o atrasar el horario de ir a dormir: se aconseja ir haciéndolo con franjas de unos diez o quince minutos. Para desencajar al mínimo el resto de rutinas se aconseja modificar en una línea similar los horarios de las comidas, el baño o la siesta.
Siguiendo esta breve alteración de horarios se puede llegar al día del cambio de hora con el nuevo horario ya incorporado. Es decir, que si un niño va a dormir a las 21 horas el día del cambio horario ya esté yendo a la cama a las 20 horas para que al día siguiente sus rutinas ya estén adaptadas a la nueva hora. Si hace falta, aconsejan los pediatras, hay que usar las cortinas o persianas para que los pequeños no noten la distinta exposición a la luz solar.
En este sentido, cabe tener en cuenta que durante unos días el despertar de los niños puede verse algo alterado y que el domingo por la noche puede ser el día en que más se note el cambio. Los expertos aconsejan que durante estos días es especialmente importante mantener las rutinas de las siestas para asegurarse que los pequeños no quedan con sueño.
Para acabar, tanto pediatras como profesionales del sueño recuerdan que lo más importancia ante estos días es la paciencia y constancia, ya que habrá niños que llevarán mejor el cambio y, en cambio, otros pueden notar más la alteración de horarios.
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