El parto respetado de Mariam y Erik: mucho rock and roll y cronoterapia para dar a la luz

Se trata, según explica Amparo Lacalle, una de las matronas de la «Maternity Room», «de favorecer la liberación de oxitocina y endorfinas que son las hormonas que facilitan el parto y de reducir al máximo el nivel de estrés que puede generar la estancia en un hospital». Durante el proceso de dilatación la mamá tiene total libertad de movimiento para que busque la postura que le es más cómoda en cada momento. Se intenta respetar y satisfacer sus deseos en el ambiente más acogedor posible siempre y cuando no supongan ningún peligro ni para su vida ni para la del bebé. De hecho la sala pone a disposición de la mamá distintas herramientas para que decida cuales quiere usar en cada momento para aliviar el dolor: desde una cama articulada que se adapta a cualquier posición, lianas para hacer fuerza, descolgarse y empujar mejor además de favorecer la postura vertical, una silla de partos para poder estar en cuclillas sin hacer fuerza y abrir de esta manera la pelvis o una pelota que ayuda en las primeras fases porque moviliza la pelvis.

Es verdad que la intención de Mariam era dar a luz por vía vaginal, sin anestesia, mucha cronoterapia, rock and roll del tipo Rolling Stones, Extremoduro y La Fuga y con su marido grabando el momento con una cámara GoPro , cosa que al final no pudo ser. Pero eso no le restó buenas sensaciones al momento. «Tenía a mi disposición toda la sala para moverme, las dianas colgadas del techo, habíamos elegido el color de la luz moradito para relajarnos... pero tras pasar toda la noche con contracciones estaba muy cansada, y sencillamente elegí descansar. El chiquillo venía un poco doblado, de lado, y hacía fuerza contra la pelvis, al cabo de cuatro horas, me propusieron epidural y cesárea y dije sí». « Al ser una operación, pensábamos que todo iba a ser frío - asegura-, pero no fue así. Fue todo muy humano, todo el personal estaba pendiente de mí en todo momento y la sala permite que todo sea más íntimo y personal. Elegí todo lo que quería y, aunque fuera cesárea , me permitieron ver salir a mi hijo, pude hacer piel con piel... A lo mejor en otro sitio no lo hubiese podido hacer, así que no fue traumático porque elegí lo que quise en todo momento».