Niñas Tenerife
«Los asesinatos de menores son cometidos en mayor medida en procesos de separación y litigio por la custodia»
Delia Rodríguez, socia abogada de Vestalia Abogados de Familia, apunta que respecto al caso de las niñas de Tenerife «antes de asegurar que fue violencia vicaria hay que demostrar qué movió al presunto autor del asesinato»
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Iniciar sesiónLa desaparición y posterior localización del cuerpo sin vida de Olivia, de 6 años, la mayor de las hermanas desaparecidas en Tenerife desde el pasado 27 de abril ha motivado que se hable de la violencia vicaria, pero ¿qué es exactamente? Según Delia Rodríguez, socia ... abogada de Vestalia Abogados de Familia, podría entenderse como aquella por la que se lleva a cabo una agresión sobre una persona en sustitución de otra. Es decir, los hijos en común se convierten en el 'instrumento' perfecto para perpetuar el daño una vez rota la relación.
Explica que la relación afectiva entre progenitores se rompe, sin embargo, el punto de unión entre ellos, los hijos, perviven siempre, convirtiéndose en el canal idóneo para continuar con el maltrato hacia el otro, con independencia, una vez más, del género de estos.
«Trasladando este concepto al ámbito de la violencia de género, comprobamos que la violencia contra las mujeres se desplaza, en ocasiones, a todo aquello a lo que la mujer está ligada , en este caso, a los hijos en común. Es decir, los niños son instrumentalizados con el fin de mantener vivo el maltrato hacia la víctima. En los casos más extremos —matiza— esta violencia llega a provocar la muerte del hijo común con el objeto de hacer sufrir al otro progenitor, percibiéndose al menor, en ocasiones, como una “extensión” de la antigua pareja».
¿El suceso de las niñas de Tenerife se considera violencia vicaria?
En primer lugar, siendo una causa judicial en instrucción, y ateniendo a lo delicado y doloroso del caso, en el que están implicadas menores, debemos ser muy prudentes a la hora de verter cualquier manifestación al respecto, siendo respetuosos, tanto con el derecho a la intimidad de la madre y la familia, como con otros derechos fundamentales, como la presunción de inocencia.
Por la información transmitida en los medios de comunicación, lamentablemente el presente caso puede resultarnos familiar en relación con otros trágicos episodios de filicidios, algunos de ellos mediáticos, en los que uno de los progenitores ha atentado contra la vida de los hijos en común para destrozar la del otro, en este caso, la madre.
Descartado un escenario accidental en relación con la muerte de las dos menores (se ha encontrado el cuerpo sin vida de Olivia en una bolsa de plástico atada a un ancla), para determinar si nos encontramos ante violencia vicaria es importante demostrar qué movió al presunto autor del asesinato de las menores para cometer esta atrocidad.
Concluidas las pesquisas oportunas por parte de la Guardia Civil y demás organismos y servicios especializados, y practicada la instrucción de la causa, podremos concluir con solidez si nos encontramos ante este tipo de violencia machista a través de las hijas en común.
En el presente caso sí conocemos a través de testimonios de allegados de la madre del prsunto autor que no aceptaba la ruptura afectiva, llegando presuntamente a agredir a la nueva pareja de la Beatriz Zimmermann de Zarate.
También, al parecer, la madre acudió a las dependencias de la Guardia Civil para relatar una serie de hechos que finalmente no denunció, y que podrían haber hecho saltar las alarmas.
El análisis del riesgo muchas veces pasa desapercibido, por lo que es muy importante contar con los recursos y la formación necesarios para poder detectarlos a tiempo, sabiendo que estos suelen aflorar cuando se rompe la pareja, se inicia una nueva relación o se dan conductas de control, incluso a través de los hijos en común.
¿Qué pena tiene este tipo de violencia? ¿está relacionada con la violencia de género?
Llama la atención que la violencia vicaria aún no está regulada como delito en nuestro Código Penal, por lo que no existe una pena establecida como tal.
Así mismo, según los últimos datos publicados por la Delegación de Gobierno contra la violencia de Género, desde el año 2013 hasta 2020 son 37 menores víctimas mortales en casos de violencia de género contra su madre en España, a los que habría que añadir a las pequeñas Anna y Olivia.
Si bien, recientemente, el Parlamento gallego ha admitido la primera proposición de ley contemplando este tipo de violencia, siendo la normativa gallega la cual previsiblemente se convertirá en pionera al reconocer y desarrollar por primera vez la Violencia Vicaria.
La violencia vicaria, como instrumentalización de los menores para causar daño al otro progenitor, está totalmente relacionada con la violencia de género, principalmente a causa de que mayoritariamente son los padres quienes comenten tal atrocidad con el único fin de causar el mayor daño y sufrimiento a la madre.
En este sentido, existe el precedente de Andalucía, quien a pesar de no entrar a valorar y desarrollar la violencia vicaria, en el año 2018 ha ampliado el reconocimiento de víctima de violencia de género a las mujeres que sufren la desgracia de haber perdido a sus hijos a manos del otro progenitor, mencionando expresamente el término de violencia vicaria.
En el caso de celebrarse un juicio al presunto culpable, ¿está presente un profesional de la salud mental o se tiene un diagnóstico previo?
Dentro de la instrucción de la causa, el investigado podrá ser explorado por un médico forense especializado para determinar su estado mental y, en su caso, posibles causas de exención de la responsabilidad penal, emitiendo el correspondiente informe.
Para ello, hay que acreditar que al tiempo de cometer la infracción penal en cuestión el investigado no era capaz de comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. Nuestro código penal recoge, además, que el trastorno mental transitorio no eximirá de pena cuando hubiese sido provocado por el sujeto con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o debido prever su comisión.
Es frecuente ante casos de filicidios, los cuales están plagados de prejuicios e ideas preconcebidas, se apunte hacia el autor tildándolo de monstruo o de enfermo mental, si bien no en todos los casos hay un trasfondo patológico.
¿Cuáles son las razones que argumentan quienes cometen estos actos para llevarlos a cabo?
La respuesta a esta cuestión es compleja y no tiene una contestación directa que, en todo caso, conllevaría un análisis profundo de la casuística existente. Sin embargo, podemos afirmar que existen distintos tipos de filicidios debido al trasfondo, las características de los implicados y el móvil del crimen.
Por tanto, la comisión de tal atrocidad puede traer causa en patologías psicológicas previas (psicosis, estados de depresión agudos con ideas autolíticas …) o en la venganza contra la expareja.
Hay estudios recientes que apuntan a que las crisis familiares agudas podrían ser un detonante para tener en cuenta en estos casos. De hecho, el Consejo General del Poder Judicial recoge en informes que los asesinatos de menores también son cometidos en mayor medida durante los procesos de separación y litigio por la guarda y custodia.
Es posible identificar distintos desencadenantes en relación con la violencia vicaria, la cual es habitual que responda a una profunda sensación de inferioridad, así como de falta autoestima de quien la ejerce, provocando un fuerte sentimiento de frustración y dando lugar a conductas agresivas y violentas contra terceros, y especialmente contra los hijos por personas especialmente vinculadas e importantes para la pareja.
A través de esta conducta, el sujeto que agrede busca dominar y ejercer un poder sobre todos los integrantes de la unidad familiar, asumiendo un rol autoritario y exigiendo sumisión tanto por parte de su pareja y por parte de sus hijos, acentuándose cuando siente que lo está perdiendo o cuando ya lo ha perdido.
¿La llevan a cabo en igual porcentaje mujeres y hombres?
El filicidio (el homicidio de un hijo, generalmente menor de corta edad, por parte de algunos de sus progenitores) no es un crimen habitual, al menos en nuestro país, si bien es evidente existe una desmesurada alarma social que atrae la atención del legislador.
¿La violencia vicaria puede ser física y psicológica o siempre concluye en fallecimiento de los hijos?
La violencia vicaria tiene múltiples facetas, muchas de ellas, pasan desapercibidas a nuestros ojos y de las que tan sólo tenemos noticias cuando saltan a la arena mediática a causa de la desaparición trágica de estos menores en manos de alguno de sus progenitores.
Sin embargo, no es necesario alcanzar este terrible desenlace para afirmar que existe violencia vicaria en el hogar. De hecho, el padecimiento de esta clase de violencia puede ser ejercida de forma continuada en el tiempo sin que dé lugar necesariamente al asesinato de los hijos, ocasionando en quienes la padecen una serie de efectos físico y psicológicos que les marcan en todos sus ámbitos vitales.
Por ejemplo, dentro de los procesos de separación o divorcio los abogados de familia comprobamos como es habitual, incluso normalizado, encontrarnos con interferencias parentales que utilizan a sus hijos como arma arrojadiza contra la expareja a fin de vengarse, causando dolor y sufrimiento en el otro progenitor.
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