Inma Sáenz, influencer: «Me daba ansiedad comunicar a mi jefe que uno de mis hijos se había puesto malo»

Tras verse obligada a renunciar a su empleo como administrativa tras ser madre (tiene tres hijos de 10, 4 y 3 años), esta sevillana decidió reinventarse y convertir esa renuncia en una nueva oportunidad de desarrollo y crecimiento, convirtiéndose en una 'influencer', de un sector muy idealizado. «Muestro la maternidad real, es decir, tanto lo bonito como lo difícil», asegura en esta entrevista con ABC.

Y es que lejos de querer mostrarse como una madre perfecta, Inma hace sus vídeos «recién levantada y en ropa interior, teniendo un cuerpo más bien rellenito» porque las madres «no nos despertamos maquillada y peinadas».

- ¿Cómo has celebrado el Día de la Madre?

Intentamos hacer planes en familia, comer juntos, ir a algún sitio aquí en Sevilla o simplemente jugar a algún juego de mesa, comer algo especial. Y los peques siempre me tienen preparado algún dibujito hecho por ellos y yo, me derrito.

- ¿Qué le quieres decir a las madres del mundo? Porque se nos llena la boca con este día pero luego regresa a la oficina, tienes que pedir la reducción de jorna da, rinde como si no criaras, que no se le ocurra a tu hijo ponerse malo…

Decirles que no están solas porque está muy guay celebrarlo pero ¡el Día de la Madre deberían ser todos los días! Porque se nos pide que trabajemos como si no tuviéramos hijos y que tengamos hijos como si no trabajáramos. Y eso es injusto para nosotras. Yo he sufrido muchísimo cuando trabajaba por cuenta ajena y tenía que comunicar a mi jefe que se había puesto un peque malito… Pánico me entraba cuando un hijo se ponía a toser o que de madrugada empezara con fiebre. ¡Me daba muchísima ansiedad! De hecho, el motivo por el que me dedico a las redes sociales hoy es por la falta de conciliación. Tuve que reinventarme y buscar un curro que pudiera realizar desde casa. Y aquí estoy.

- Tú has vivido en primera persona lo que es no poder conciliar y renunciar a tu vida profesional. ¿Nos cuentas tu historia de cómo eras administrativa y hoy eres creadora de contenido? ¿Qué pasó?

Cuando me reincorporo de la baja de maternidad de mi hijo menor, yo tenía un horario reducido y mi jefe expande el negocio. Sugiere que yo fuese la coordinadora de un proyecto nuevo y yo encantada de que él contara conmigo y valorara mi trabajo. Lo que ocurría es que eso implicaba otra jornada laboral, horario partido... ¿Qué conllevaba esto? Contratar a una niñera para que por las tardes se ocupara de mis hijos.

Echando cuentas de lo que cobraba y cuánto se me iba en pagar a alguien, me di cuenta de que no me compensaba. Le planteé la situación a mi jefe, le expuse que además tenía hijos en edad de estar cada dos por tres malitos y que si tenía posibilidad del teletrabajo. No fue posible. Todo esto me llevó a pedir la cuenta y gracias a que mi marido también trabaja, pudimos seguir adelante mientras yo buscaba un trabajo que pudiera compaginar con las redes sociales, que por entonces era mi afición. En ese momento es cuando se viraliza uno de mis vídeos (haciendo la peineta porque le preguntan que si vuelve a estar embarazada poco después de su tercer parto) y pensé…¿Por qué no me dedico a esto? Todo eran ventajas: puedo hacer el contenido desde casa, tener disponibilidad si algún peque se pone malo y disponer de mi tiempo.

- ¿Y crees que se puede conciliar o es una utopía?

En este país es muy difícil la conciliación, supongo que habrá empresas que faciliten esto, yo desconozco cuales son. Pero hoy día, si no tiras de abuelos, tíos, vecinos, etc. es complicado compaginar hijos con trabajo. Contando, además, que a las 16 semanas de haber dado a luz te tienes que incorporar al trabajo. Hay que empezar desde ahí a arreglar el problema de este país.

- Tú, hoy, te dedicas a tu familia y trabajas como creadora de contenido ¿no? Cuéntame cómo es tu día a día

Ser creadora de contenido implica muchas horas de curro, pero sí es verdad que me las puedo ordenar yo porque no tengo jefe (risas). Mi marido también trabaja y nos repartimos las tareas de los peques.

Nosotros nos levantamos, hacemos el desayuno, vestimos a los niños y preparamos mochilas entre los dos. El papi los lleva al cole y yo ya me siento en ordenador. Luego soy yo quien los recoge. Las extraescolares las tienen en mismo colegio, así que queda todo muy cómodo.

- ¿Crees que representas el concepto de ser madre a la vieja usanza, que la gente lo confunde? Porque hay quienes piensan que esto de las redes sociales no es un trabajo...

No represento para nada a esa madre ama de casa. No lo soy, además que no me gusta (risas). Que mi trabajo lo desempeñe desde casa, no significa que lo sea.

Aunque respeto todo tipo de decisiones de cualquier mujer, por supuesto, mi caso es que yo curro, soy autónoma e incluso salgo de viaje por trabajo. Todos lo meses viajo a Madrid para grabar un podcast del que soy socia: se llama 'Madres y Musas' y en él hablamos justamente sin tabúes sobre todo lo que implica la maternidad y ser mujer.

Invito a todas las que dicen que las redes sociales no es trabajo, que si quieren se hagan Instagram. Es cierto que a mí me gusta mucho lo que hago, pero esto lleva muchas horas (por lo menos yo) formándome para saber cuándo es mejor publicar, qué publicar, edición de vídeo, oratoria, estudio de mercado en otros países de los vídeos en tendencia... O sea esto es un curro como otro cualquiera. La diferencia es que éste se paga bastante bien.

- Muestras en tus redes, y hablas en tu podcast, la maternidad real. ¿Exactamente, qué es la maternidad real?

Para mi es la de 'a pie'. Quiero decir, aquella en la que mostramos tanto lo bonito como lo difícil de la maternidad. Este concepto surge a raíz de las redes sociales porque hasta hace muy poco lo más común era mostrar una maternidad romantizada y de privilegio.

Ahora con las redes, las madres como yo (con una situación económica de clase media) podemos mostrar y dar voz a la realidad que vivimos la mayoría de las madres. Un movimiento súper necesario para sentirnos más acompañadas dadas las circunstancias sociales actuales.

- Muestras grandes dosis de realidad: tu cara recién levantada o en ropa interior mientras te vistes, por ejemplo. Creo que esto tiene mucho mérito y más teniendo en cuenta la presión social que recae sobre las madres. ¿Qué opinas de esto? ¿Crees que las madres son las grandes criticadas, que tienen muchas etiquetas?

Sí, parece que las madres de hoy día ya no tienen derecho a nada, a quejarse, a decir o hacer lo que quieran. Todo es cuestionado y/o juzgado y lo peor es que este cuestionamiento suele ser entre las mujeres.

Cuando yo salgo en mi perfil, recién levantada y en ropa interior teniendo un cuerpo más bien rellenito, lo que quiero mostrar es que también existen estos cuerpos, con barriga, flacidez y celulitis y que no nos despertamos maquillada y/o peinadas (risas).

- ¿Qué has perdido y qué has ganado con la maternidad?

¡He perdido la intimidad al ir al baño! (risas). Ahora en serio… Perder como tal, creo que no he perdido nada. He modificado las cosas a mi vida, ha evolucionado y cambiado de forma de vida, pero no siento que haya perdido nada.

¿Qué he ganado? Pues gracias a la maternidad me dedico a las redes sociales que es algo que siempre me ha encantado: trabajar en lo me gusta y conocer a gente. Yo sí he encontrado una tribu maravillosa de amigas que no te juzgan.

La maternidad también me ha dado, aunque parezca un topicazo, saber lo que es querer a alguien por encima de todo.

- Por último, tu podcast se llama 'Madres y Musas'. Si las madres son unas autenticas musas y no sólo son madres, por desgracia, la realidad en muchas ocasiones demuestra lo contrario. Quizás es la sociedad la que impide a las madres ser musas... ¿Qué ha de cambiar?

Sí, con nuestro podcast precisamente lo que intentamos cambiar es eso: la imagen de madre que ha perdido su esencia como mujer y como musa. Musas de nuestras propias vidas, para inspirarnos entre nosotras y ayudarnos a llevar esta etapa en la que tenemos que ajustar nuestra identidad, pero no tenemos por qué perderla.

Creemos que el primer paso es hablar de la maternidad sin tapujos, sin tabúes y creando un espacio en el que se charle de las cosas que nos pasan desde nuestro punto de vista como mujeres, no sólo como 'madre de'.

La maternidad no tiene que ser un punto en el que nos perdamos, si no uno en el que nos encontramos a nosotras mismas. Y esa es nuestra meta.