«Conocer nuestras hormonas nos ayuda a saber que no somos raras, ni estamos locas»

Explica a ABC que «a menudo, esto conduce a una autoexigencia insostenible, otras veces a un peregrinaje sin entender ni encontrar una salida a síntomas que padecemos porque nos dicen que lo que nos pasa es normal, que son 'esas cosas de las hormonas' o 'de las mujeres', como si todo lo que nos pasara fuera 'psicológico' o nos lo inventáramos. Mi objetivo es empoderar a las mujeres para que entiendan su cuerpo y sus hormonas, promoviendo una salud integral sin caer en la trampa de los mitos y tabúes y respetando en todo momento su principio de autonomía y sin infantilizar. La salud debe ser un viaje personal, no una obligación dictada por otros».

Desde hace unos años parece que las hormonas están 'de moda'. ¿Por qué son tan importantes?

Las hormonas son fundamentales porque regulan prácticamente todas las funciones de nuestro cuerpo, desde el metabolismo hasta el estado de ánimo. A medida que el conocimiento sobre ellas se expande, más mujeres se dan cuenta de su impacto en el bienestar general. No se trata solo de la menopausia; nuestras hormonas influyen en toda nuestra vida. Las hormonas sexuales actúan de una forma muy diferente entre el sexo masculino y femenino. Y, además, tienen efectos reguladores en todos los sistemas de nuestro organismo, lo que produce diferencias muy sustanciales entre sexos más allá de los genitales: el sistema inmunológico es distinto, el metabolismo es distinto, el sistema nervioso, el cardiovascular… Es decir, todos los sistemas del organismo son regulados de forma diferente entre ambos sexos. En todo lo que rodea a estas diferencias tan significativas hay mucho desconocimiento. Tradicionalmente se ha estudiado la salud y la enfermedad en el modelo masculino y se han extrapolado estos conocimientos a las mujeres. Y esto tiene consecuencias, hasta el punto de que patologizamos cosas que son normales y normalizamos cosas que son patológicas en las mujeres.

¿Cuándo debemos 'ocuparnos' más de las hormonas con mayor atención?

Conocer el lenguaje de nuestras hormonas tiene un impacto importante en nuestra salud. Saber cómo funcionan en las diferentes etapas de la vida, durante la adolescencia, la edad fértil, el embarazo, el posparto y la menopausia nos permite identificar gran variedad de cambios físicos y emocionales. Nos ayudan a distinguir lo que es normal y lo que no es normal sin sentirnos raras ni locas. Conocernos bien nos permite tomar las riendas de nuestra salud en general, saber qué autocuidados podemos hacer para optimizar nuestra salud, saber cuándo necesitamos ayuda profesional...

¿De qué son responsables en la menopausia de las mujeres? ¿Qué hace sentir a las mujeres?

Las hormonas sexuales influyen no solo en el aparato reproductor, sino también en la salud ósea, el metabolismo, el sistema cardiovascular... Durante la perimenopausia y menopausia, la disminución de hormonas como el estrógeno y la progesterona puede causar una serie de síntomas, incluyendo sofocos, cambios de humor, insomnio y disminución de la libido. Pero estos síntomas no se dan igual en todas las mujeres, algunas apenas experimentarán síntomas y otras lo pasan muy mal con un impacto tremendamente negativo en su calidad de vida. Es importante conocer cómo es el nuevo orden hormonal que se da en la menopausia para sacarle partido a muchos aspectos que nos ayudarán a mantener una salud y bienestar óptimos.

¿Se puede hacer algo con antelación para mejorar la situación y que la menopausia sea más llevadera y no juegue tan malas pasadas?

Sí, absolutamente. Adoptar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular sin olvidar el ejercicio de fuerza, una dieta equilibrada, gestión del estrés. En la perimenopausia hay una bajada más importante de progesterona que de estrógenos. Este balance de déficit de progesterona favorece un ambiente proinflamatorio en el organismo. Si tenemos malos hábitos damos más 'gasolina' a este ambiente de inflamación sistémica, y esto va a intensificar todos los síntomas climatéricos, incluidos los sofocos. De hecho, hoy sabemos que a mayor inflamación sistémica más sofocos y peor salud cardiometabólica tendremos. Dentro de los buenos hábitos no podemos olvidar mantener buenos niveles de vitamina D, por su función inmunorreguladora (bajando la inflamación) además de otras funciones muy importantes, una de ellas es la de mantener los niveles de calcio en sangre evitando la desmineralización ósea.

En definitiva, hay que conocer las reglas de este nuevo orden hormonal y tratar de optimizarlo. Pero para ello ha de haber un buen diagnóstico previo, ya que a menudo, cuando entras en la menopausia todos nuestros males se meten en el mismo saco. ¿Todo lo que nos pasa es por la menopausia? Pues no, no todo es menopausia. A veces podrían solaparse otros problemas añadidos que pueden afectar también a la salud: hipotiroidismo, hiperparatiroidismo, inflamación sistémica de bajo grado, y hasta problemas de pareja, estrés, problemas laborales, familiares… Hay que saber cuál es exactamente el origen del malestar para poder poner solución, y no caer en el reduccionismo de echar la culpa de todos nuestros males a la menopausia y tomar soluciones del tipo 'matar moscas a cañonazos'.

En tu libro comentas que has tratado a mujeres que han sufrido problemas porque nunca tenían libido y creían que ellas eran así, pero que al dejar los anticonceptivos, la libido volvía. ¿A día de hoy hay tanta desinformación al respecto? ¿Sigue siendo un tema tabú el sexo a determinadas edades?

La desinformación sobre la salud sexual y hormonal sigue siendo un gran problema. Muchas mujeres que comenzaron muy jóvenes con los anticonceptivos no han podido valorar ni entender el impacto que estos pueden tener en su libido. Ojo, todo medicamento tiene sus posibles efectos adversos y no tienen por qué ocurrirte, obviamente no a todas las mujeres les va a bajar la libido por tomar anticonceptivos, pero hay que saber que existe y que te puede pasar, al menos para que en el caso de que te ocurra puedas identificarlo, abordarlo en la consulta y tomar tus propias decisiones. He visto a muchas mujeres que les ha condicionado un anticonceptivo en su vida sexual y de pareja sin saberlo, pensaban que ellas tenían el problema, y no que lo que tenían era un efecto del anticonceptivo. Algunas se sienten avergonzadas al hablar de sus problemas sexuales, especialmente a medida que envejecen. Es crucial romper estos tabúes y promover una conversación abierta y honesta sobre la sexualidad en todas las etapas de la vida.

Según afirmas, la píldora aumenta un 17% la probabilidad de acudir a un psiquiatra, un 40% la probabilidad de un diagnóstico de depresión y un 65% el uso de antidepresivos. ¿Se le cuenta todo esto a las mujeres cuando se les receta la píldora?

Estos datos son sacados de un estudio de 2023 que menciono en mi libro, que estudia la relación entre la píldora y la salud mental de las adolescentes, los datos me parecieron absolutamente demoledores, ya que hay adolescentes que toman la píldora y si empiezan a tener problemas de salud mental que probablemente sean de la píldora, acaban con el sambenito de »vaya lo mal que le ha venido la adolescencia...«. Desafortunadamente, muchas mujeres no reciben toda la información sobre los posibles efectos secundarios de la píldora. Es esencial que tengamos conversaciones sinceras y completas sobre los riesgos y beneficios. Para que en caso de tener un efecto adverso puedas identificar lo que te está pasando. Es lamentable que haya jóvenes tomando el anticonceptivo y, después, el antidepresivo o tomando el anticonceptivo y yendo a psicoterapia, y que no sepan que lo que les pasa podría ser un efecto del anticonceptivo. Las mujeres tenemos derecho a estar informadas para poder tomar decisiones informadas sobre nuestra salud.

¿Qué factores rompen más el equilibrio hormonal de la mujer?

Hay varios factores que pueden romper el equilibrio hormonal, incluyendo el estrés, la falta de sueño, la alimentación inadecuada, la falta de ejercicio, enfermedades crónicas, disruptores endocrinos y el uso de ciertos medicamentos. Otros factores como la obesidad y el consumo de alcohol también pueden tener un impacto significativo en la salud hormonal de la mujer. Todo lo que suponga un ambiente hostil puede alterar nuestro complejo equilibrio hormonal.

En tu capítulo dedicado a la obesidad apuntas que ni el estrés ni el insomnio son buenos aliados, ¿quién no lo padece actualmente? ¿Cómo hacerles frente?

El estrés y el insomnio son problemas muy comunes en nuestra sociedad. Para hacerles frente, es importante adoptar hábitos de vida saludables, como practicar técnicas de relajación, realizar ejercicio físico regularmente, mantener una dieta equilibrada, evitar el uso de pantallas cuando anochece. Establecer rutinas y priorizar el tiempo para desconectar también puede ser muy beneficioso. A menudo la carga laboral y familiar se ceba con las mujeres, cuando el estrés viene de un entorno hostil que te impide dedicarte tiempo para ti la cosa se complica. No todo es biología, lo psicosocial también puede ser el origen de muy variados problemas de salud, incluyendo los trastornos hormonales, cardiometabólicos, mentales…

Mencionaban anteriormente la conveniencia de hacer ejercicios de fuerza. Masa muscular, ¿una moda o una verdadera necesidad en las mujeres, fundamentalmente a partir de la menopausia?

La construcción y el mantenimiento de la masa muscular son de vital importancia para las mujeres, especialmente después de la menopausia. A medida que las hormonas cambian, hay una tendencia a perder masa muscular, lo que puede afectar el metabolismo y la salud en general. No es solo una moda, es una necesidad para mantener el músculo, la salud ósea, el metabolismo y el bienestar en general incluyendo la salud mental.

¿Qué tres consejos consideras que sí o sí hay que seguir cuando una mujer está cerca de la menopausia?

1. Infórmate: Conocer los cambios hormonales y cómo pueden afectar tu cuerpo te permitirá prepararte y tomar decisiones informadas.

2. Cuida tu cuerpo y tu mente, priorízate: Mantener un estilo de vida activo, darte tiempo para ti, para tu disfrute, y tener una alimentación equilibrada es fundamental para manejar los síntomas.

3. No dudes en buscar ayuda: Si experimentas síntomas que afectan tu calidad de vida, no normalices el malestar, habla con tu profesional de confianza. No estás sola y hay opciones disponibles para ayudarte.

¿Cómo trasladar un mensaje positivo de esta etapa tan demonizada?

Es necesario cambiar la narrativa alrededor de la menopausia. En lugar de enfocarnos en solo en lo negativo, debemos celebrar esta etapa como una oportunidad de renovación y autoconocimiento. Compartir historias de mujeres que han tenido experiencias positivas y empoderadoras durante la menopausia puede ayudar a construir un mensaje más optimista y alentador. La menopausia puede ser un momento de libertad y crecimiento personal. Pero ojo. Esto no significa que tengamos que negar lo negativo, al contrario, si tenemos pérdida en calidad de vida ¡no nos conformemos!, tomemos las riendas de nuestra salud y pidamos ayuda profesional en caso de necesitarla. Merecemos tener una buena calidad de vida y bienestar en todas las etapas de nuestra existencia.