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Cólico del lactante: por qué lo sufren unos bebés y otros no y como aliviarles

Una doctora experta en lactancia explica los síntomas ante los que los padres deben estar alerta con sus bebés si sufren un episodio de estas características

Laura Peraita

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Uno de cada cuatro niños sufre cólicos del lactante durante los primeros meses de vida según la Asociación Española de Pediatría. Se trata de episodios recurrentes y prolongados de irritabilidad y llanto intenso, que no tienen una causa aparente y que los padres no son capaces de resolver generándoles mucha frustración y estrés.

Según explica Rosa Merlos, pediatra y especialista en neonatología en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre e IBCLC (Consultora de Lactancia Certificada), los cólicos del lactante tienen un patrón típico del llanto (regla del 3); es decir, llanto que dura más de 3 horas al día, más de 3 días por semana, durante al menos 3 semanas. «Estos episodios suelen comenzar a las pocas semanas del nacimiento y mejoran espontáneamente hacia los 3–4 meses».

¿Por qué unos niños sufren el cólico del lactante y otros no?

El cólico del lactante no parece estar relacionado con una única causa, sino con la combinación de varios factores, y esto es lo que favorecería que algunos niños lo padezcan más que otros. Estos factores serían, entre otros, la inmadurez del sistema digestivo, alteraciones de la flora bacteriana intestinal, tendencia al estreñimiento o comer demasiado o muy rápido.

¿Qué señal nos puede hacer sospechar?

Los cólicos del lactante son episodios de llanto excesivo e inconsolable en un bebé sano que presentan una serie de características típicas:

Suelen comenzando a las pocas semanas del nacimiento y mejoran espontáneamente hacia los 3–4 meses.

Patrón del llanto (regla del 3). Llanto que dura más de 3 horas al día, más de 3 días por semana, durante al menos 3 semanas.

Suelen ocurre al final del día o por la tarde/noche.

Postura característica del bebé durante la crisis de llanto. Encoge las piernas hacia el abdomen, aprieta los puños y arquea la espalda.

Distensión del abdomen por gases y liberación de gases (a veces con dificultad)

No hay otros signos de enfermedad. El bebé está sano en general: ven bien, gana peso, no tiene fiebre ni diarrea.

¿Debemos ir al pediatra de inmediato?

No siempre es necesario acudir al pediatra de inmediato ante un cólico del lactante, ya que, en la mayoría de los casos, es un problema benigno y autolimitado. Sin embargo, sí se debe consultar con el pediatra para confirmar el diagnóstico (descartar otras causas del llanto), recibir orientación sobre cómo manejar el cólico y evitar errores comunes, como cambios innecesarios en la alimentación.

Sí deberíamos acudir de forma urgente si, además del llanto, el bebé presenta alguno de estos signos:

Fibra (más de 38 °C en menores de 3 meses)

Rechazo total del alimento

Vómitos persistentes o verdosos

Heces con sangre o muy liquidas

Somnolencia excesiva o dificultad para despertarlo.

Pérdida de peso o escasa ganancia

Abdomen muy distendido o doloroso al tacto.

Cambios en el color de la piel (palidez, color azulado)

¿Cómo calmar al bebé?

Existen algunos consejos que pueden calmar los cólicos como un suave masaje en la barriga del niño. Hay que dar el masaje de forma circular moviendo la mano de izquierda a derecha con suavidad. Éste es el sentido de los movimientos del intestino grueso del niño y el masaje en esta dirección calmará el dolor ayudando a que el niño elimine mejor los gases. También nos puede ayudar el movimiento y contacto físico (porteo) y generar un ambiente tranquilo (luz tenue, ruido blanco).

¿Siempre se produce por la tarde?

Es una característica típica de los cólicos del lactante que ocurren al final del día o por la tarde/noche.

¿Afecta a su desarrollo futuro?

No, el cólico del lactante no afecta al desarrollo futuro del niño. No hay relación entre el cólico y problemas de desarrollo neurológico o de aprendizaje. No interfiere con el crecimiento si el bebé se alimenta bien y gana peso. La mayoría de los casos se resuelven solo entre los 3 y 4 meses de edad.

¿Cómo mantener la calma los padres?

Aunque los cólicos sean un proceso benigno y limitado en el tiempo, que no deja secuelas, pueden ser causa de estrés, ansiedad e incluso problemas de vínculo con el bebé y los padres. Por eso, es importante compartir el cuidado del bebé para poder descansar y despejarse. Hay que evitar el aislamiento y puede ayudar mucho hablar con otros padres o participar en grupos (presenciales o en línea). Si es necesario se debe buscar ayuda profesional (psicólogo, terapeuta familiar...). Nunca se debe sacudir a un bebé: el síndrome del bebé zarandeado puede ser gravísimo.

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Sobre el autor Laura Peraita

En ABC desde 1994 como periodista de formación, empresa, motor. Desde 2011 al frente de ABC Familia, donde escribo y modero debates de lo más importante en la vida: nuestros peques, parejas y mayores.

Laura Peraita

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