Photoshop: ¿Con o sin?

Perfeccionismo enfermizo

La perfección es uno de los requisitos del celuloide y, cómo no, de la moda, de las portadas de revistas y de las vallas publicitarias. Para lograrla, muchos, por no decir todos, recurrían al ya famoso programa de ordenador conocido como Photoshop. Los directores de arte argumentaban que la portada de una revista es admirada y analizada visualmente más que ninguna otra parte de la revista. Por ello se obsesionaban con que quedara perfecta y muchas veces se pasaban con el ‘airbrush’, la herramienta mágica que se usa para difuminar.

Una vez que se empieza a retocar una foto, se puede perder la

noción de la realidad en la búsqueda de la perfección y el peligro es pasarse. Todos nos preguntamos cómo nadie en el departamento de marketing de Ralph Lauren se había dado cuenta de lo delgada que habían dejado a la modelo de su anuncio después del retoque. Simplemente, es una deformación de la percepción.

En Ralph Lauren no son los únicos que perdieron el sentido de la realidad. El divertido blog http://photoshopdisasters.blogspot.com/ se dedica a subir fotos de ‘desatres del Photoshop’ donde aparecen editoriales de moda de revistas archiconocidas, anuncios de grandes firmas, páginas web de venta ‘online’ de grandes almacenes y demás curiosidades.

Pero lo que nadie se esperaba es que tanta perfección tuviera, a la larga, tan poca aceptación. Las propias actrices y modelos no se reconocían ni ellas mismas en las fotos , en las cuales parecían muñecas de cera, carentes de vida, y temían de esta forma, el alejar a su público.

Made in Hollywood

Los actores llevan una doble vida muy marcada, una delante de las cámaras y otra detrás. Muchos nos preguntamos cómo es posible que no sufran desdoblamiento de personalidad. La firma italiana Fay ha ido tan lejos como para publicar un libro titulado Double Life que trata sobre las dos caras de la fama . Ha recopilado las fotos de ‘celebrities’ en sus momentos íntimos y aquellos de la vida pública y los compara. El mensaje con el cual nos quedamos, es que muchos famosos se sienten alienados, no sólo por su público, sino por sí mismos.

Cambio de tercio

¿Resultado? Este año hemos visto posar a muchos de ellos, sin maquillaje y sin retoques para portadas de revistas de moda internacionales, para demostrar que la belleza no es la perfección sino la realidad. En concreto, Eva Herzigova, Monica Bellucci, Sophie Marceau y Charlotte Rampling , posaron de esta guisa para la revista ELLE francesa. Sadie Frost , la ex mujer de Jude Law, se desnudó para la revista Grazia UK y la modelo Jennifer Hawkins lo hizo para la portada de febrero de la revista Marie

Claire australiana. Las dos tenían cuerpos de escándalo, sobre todo Jennifer, que fue Miss Universo en el 2004 y no parecía tener ni un gramo de celulitis. Por ello se llegó a criticar a la revista, ya que decían que no mostraba la imagen de una mujer real, aún sin Photoshop. Y es que, a veces, no se puede contentar a todo el mundo.

Sin trucos

Los que quieran ver cuerpos reales pueden ver el de Britney Spears, que después de años soportando que la prensa sensacionalista mundial criticara su físico, decidió sacar a la luz las fotos de su campaña para la marca de bañadores Candies, pre-retoques, y le pidió a la firma americana que usara las fotos no adulteradas, donde todo hay que decirlo, sale más gordita y más real.

La última en sumarse a esta protesta silenciosa en contra de los retoques artificiales es Madonna que ha posado en paños menores ante el objetivo de los fotógrafos de moda ultra ‘cool’, Mert Atlas y Marcus Piggot, para el número de junio de la revista ‘made in USA’, Interview.

¿Posar o no posar?

Los posados perfectos parecen haber desaparecido de las revistas de moda y cada vez se usan menos en las campañas de publicidad. Desde el año pasado, la firma francesa retrata a jóvenes parejas mediáticas enamoradas y pretende hacerlo en un momento íntimo, estilo robado, como lo hicieron el año pasado con Sean Lennon (hijo de) y su novia Charlotte Kemp. Repiten esta temporada con el músico Mark Ronson y su novia, la modelo y actriz francesa Joséphine de la Baume .

Las fotos están hechas en el apartamento parisino de la pareja de Saint-Germain-des-Prés. El fotógrafo elejido para la ocasión es Olivier Zahm, fundador de la revista de culto, Purple, conocido por su trabajo de moda con un punto anticonformista.

La espontánea

Otra invitada especial es la actriz Sienna Miller . La americana afincada en Londres ha decidido ayudar a su hermana, la diseñadora de la firma de ropa Twenty8Twelve . La joven actriz es la protagonista de las fotos de su ‘look book’. Las que quieran comprar alguna pieza de la colección, podrán decidir qué vestido le sentará bien, con la ayuda de Sienna de modelo. Hay veces que la novia de Jude Law ni tan siquiera mira a la cámara, y parecen fotos hechas con una cámara de bolsillo, por una amiga cualquiera , durante un ‘pijama party’, donde se han dedicado a probar todo el armario para ver qué conjunto se ponían para ir al instituto al día siguiente.

Robado estudiado

Aunque parezca mentira, todas estas fotos están muy estudiadas para parecer improvisadas.

La familia Missoni , propietarios de la marca de lujo del mismo nombre, contrataron al prestigioso fotógrafo de moda, Juergen Teller , para que les retratara durante una cena íntima en la casa familiar, al norte de Italia, y así usar esas imágenes para sus

anuncios. La peculiar campaña que han ideado se parece a un álbum de familia. Y para más inri, las fotos están elaboradas para que parezcan instantáneas de un aficionado.

Flashes que rebotan en espejos, poses poco glamourosas, encuadres poco acertados, el tío cortando el fuet el abuelo dormido en el sofá, la casa sin arreglar, etc… todo forma parte de la ilusión del robado .

Las antiguas generaciones son incapaces de entender el por qué de fotos que parecen descartes y no ven su elemento ‘cool’. A las nuevas generaciones de Facebook, les encanta el toque improvisado.

En fotografía, como en el vestir, lo más difícil es intentar aparentar que nada está estudiado, cuando en realidad, sí lo está, pero eso sí, esta vez al menos, sin retoques.