«En mi piel gano yo», la campaña que lucha por la igualdad y la seguridad

Si remites a un diccionario y buscas la palabra albinismo, probablemente te encontrarás con una definición como esta: «Ausencia congénita más o menos completa de pigmentación en la piel, ojos y pelos, debida a la falta de melanina»

Shaun Ross por ejemplo, no tuvo miedo a sus 23 años a impulsar una campaña denominada #InMySkinIWin . El joven fue descubierto por vídeos en YouTube en los que aparecía bailando, a sus 16 años, fue el primer hombre albino devorándose las pasarelas del mundo y haciendo parte de las filas de diseñadores como Alexander McQueen, participó en videoclips de Katy Perry, Beyonce, Lana del Rey y fue la cara de Ford con el eslogan «Be Unique». Hoy su cuenta de twitter alcanza los 19.600 seguidores y se esfuerza día a día por reivindicar la naturaleza y belleza de su piel.

Diandra Forrest también de origen afroamericano, sufrió los insultos de quienes la llamaban «white girl» o «Casper». Hace algunos años mientras caminaba por un centro comercial fue captada por el ojo crítico de un fotógrafo que entendió el talante de su belleza y desde entonces su carrera como modelo se disparó hasta llegar a firmar contrato con la agencia Elite Models. En adelante, no ha cesado la lluvia de contratos que la llevaron incluso a participar en el vídeo musical «Power» del cantante norteamericano Kanye West. Y hoy, hace parte de «Assisting Children in Need» (ACN), una organización que brinda ayuda en Tanzania, el país donde el porcentaje de albinismo es 15 veces mayor que el promedio mundial.

La lucha a la que se enfrentan día a día es al insulto o a las miradas incómodas, cada vez hay más top «especiales» que reivindican su belleza única asegurante un cóctel de talento y éxito, dando normalidad a los rasgos físicos, como es el caso de Sarah McDaniel o Winnie Harlow , la última imagen de la campaña «la vida es chula» de Desigual, pese a que muchas personas con vitiligo se cubren por vergüenza o por temor a las burlas, Chantelle enfrenta sin miedo las pasarelas para demostrar que no hay nada malo con el vitiligo, una enfermedad degenerativa de la piel que, siendo ella afroamericana, la convierte en una modelo única en el mundo: «es imposible contagiarse porque es hereditario y curable», añade la joven.

«Tener amor por ti mismo tal y como eres es una de las cualidades más gratificantes que una mujer o un hombre puede poseer. La belleza real la encontramos entre los 'defectos' que tenemos», sentencia Harlow.