Desigual desata la polémica con sus anuncios #tengounplan

Durante un minuto vemos a una chica vestirse y desvestirse, posar, mirar con sensualidad, desayunar, leer el periódico y todo eso mientras hace un monólogo con una elevada carga erótica . Hay tres versiones: la chica liberada que se quiere acostar con su jefe, la lesbiana que va a contar su secreto a la familia y la joven que se quiere ir de año sabático por la crisis. Aún se discute cuál es el peor en las redes sociales.

«De este año no pasa, me acuesto con él y punto», así comienza el vídeo de la abanderada feminista . «Le metía la mano por debajo de las chocolatinas, pasa por tu lado y piensas "¿me lo tiro ya?"», «Que digan lo que quieran las de contabilidad», «Vale, es mi jefe, ¿Y qué?». Y cierran con un «Desigual, la vida es chula» .

Lo que parece es que los creativos de Desigual deben ser fans de la película «La cosa más dulce» (2002 ). De hecho, hasta la protagonista de este spot tiene un parecido razonable con Cameron Díaz , actriz principal del filme. En este largometraje una joven corre tras un chico que ha conocido en una discoteca y en el que deposita todas sus esperanzas amorosas. En la «road trip» que supone su búsqueda, ella y sus amigas hacen gala del mismo descaro y el mismo tipo de discurso que las chicas Desigual . Solo hay que recordar escenas como la de la tienda de ropa, frente al espejo, o la divertida canción «No puede caber aquí» en el restaurante chino.

Saliendo del armario... de Desigual

En otro de los anuncios, otra joven explica en su monólogo cómo va a contarle a su familia que es lesbiana . Ironiza, se ríe y bromea sobre su condición sexual. «Al principio a mi padre le chocará, aunque luego le encantará. Y a sus amigos también» . Justo lo que piensan las lesbianas cuando se enfrentan al dilema de revelar su «secreto». Sí, seguro que se ríen del asunto así.

Y en un tercero, la chica explica que se piensa marchar por culpa de la crisis , aunque en realidad habla de un año sabático. Una «divertida» parodia que a los miles de jóvenes parados con estudios y trabajos precarios en el extranjero les va a encantar.

«Me voy a Ibiza, qué digo, me voy a Tailandia que por 5 euros te alquilas una cabaña frente al mar» . «Cada noche fiesta y un masaje cada dos días». «Me enrrollaré con un surfista cachondo o con un buzo cachas, o con los dos, un trío». Así es la juventud española que emigra por la crisis, esa es exactamente la mentalidad. O eso quieren que pensemos los de Desigual.

¿Es machista? ¿Es feminista? ¿Se ríen de la crisis en nuestras narices? ¿Se mofan del difícil momento de los homosexuales cuando tienen que contar su condición sexual? ¿Qué pretenden los anuncios de Desigual? ¿Merece la pena arruinar la imagen de la marca por convertirte en «trending topic? ¿Cuál es el precio a pagar por triunfar con la publicidad en las redes? No son las imágenes sensuales de la chicas el problema, ya estamos acostumbrados a ver modelos en ropa interior (e incluso con menos) en la televisión a todas horas, el problema reside en el mensaje. En las palabras .

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