Cinco tendencias que Audrey Hepburn popularizó y que están más de moda que nunca

Sus básicos de armario bien podrían pertenecer a las colecciones actuales de las pasarelas de medio mundo, así como algunos de sus trucos de belleza (desde las cejas muy marcadas a los recogidos, el eyeliner XXL o las 'baby bangs'). Pero si hubiese que recopilar cuáles fueron sus enseñanzas de moda más aclamadas y que siguen vigentes hoy en día el abanico se centraría en las cinco tendencias que enumeramos a continuación, aptas para los vestidores de todas las edades y con la capacidad de de convertirlos fácilmente en chic y sofisticados.

Audrey no sabía vivir sin ellas y en su repertorio contaba con todo tipo de modelos que compartían una característica, su gran tamaño. Sin embargo, lejos de resultar excesivos en su pequeño rostro, le conferían un toque de elegancia único. Además de sus inseparables Ray-Ban Wayfarer , los modelos ‘cat-eye’ tan de moda en los sesenta destacan también los rectangulares de carey y los circulares en tonos llamativos como el blanco o el beige. Ella además optaba por lucirlas con algún complemento de un tono similar para hacerlas resaltar todavía más, un truco efectivo que a día de hoy no falla.

La actriz puso de moda muchas prendas como los leggings , jerséis ‘cropped’ o las gabardinas amplias. Pero también popularizó ciertos tejidos que hoy en día vuelven a estar en pleno auge. Dos de los más actuales son el croché y el punto, que en la actualidad se presenta en vestidos, faldas midi, tops y conjuntos compuestos por shorts y camisetas. En su caso tampoco faltaban los prints geométricos y lunares en tonos llamativos. Todas ellas propuestas que de cara a los meses estivos resultan muy prácticas para combinar en estilismos tanto de día como de noche.

La siluetas y cortes sencillos eran una de sus señas de identidad, pero si hubo una prenda que popularizó al máximo -con el permiso de Coco Chanel- fue el vestido negro de Givenchy de ‘Desayuno con Diamantes’ . Desde ese momento muchas firmas se inspiraron en ella e introdujeron en sus colecciones propuestas similares que se han convertido en un sinónimo de elegancia. Hoy en día los escotes en la espalda, aberturas y juegos de texturas son algunas de las pinceladas de estilo favoritas que predominan en las colecciones; pero lo que nunca falla es combinarlo con un collar de perlas y un recogido tal y como hubiese hecho ella.

El uso que le dio al clásico pañuelo de seda tampoco pasó desapercibido. Un accesorio muy popular en la década de los cuarenta que ahora vuelve a reivindicar su lugar en el vestidor femenino . Aunque en la cabeza era su forma favorita, lo lucía también de otras formas: anudado al cuello, sobre los hombros, con caída sobre vestidos o de cinturón. Una alternativa fácil y efectiva para dotar a los estilismos de un toque renovado sin apenas esfuerzo.

El ‘New Look’ de Christian Dior dio el pistoletazo de salida a esta tendencia, pero a Hepburn habría que atribuirle el mérito de saber lucirlo de una manera más desenfadada al combinarlos con bailarinas y mocasines más allá del clásico tacón. También fue pionera en lucirlo en tejidos como el lino o el algodón fino y combinarlos con accesorios desenfadados como bolsos en forma de cesta, cinturones XXL y camisas con grandes cuellos. Una elección ganadora perfecta para estilizar la figura , que marca la cintura y alarga las piernas.