Madonna: la Reina del Pop vuelve a Versace

No contenta con haber protagonizado las mejores campañas de publicidad de moda del mundo, ya fuese para Versace, Dolce & Gabanna o Vuitton, se presenta en carne mortal y más impresionante que nunca ante el atónito público. Teniendo en cuenta que está más cerca de los 60 que de otra cosa, luce, en tres palabras, im-pre-sionante.

Son inolvidables sus fotografías jugando al backgammon con un perro o paseando a bebés con un gigantesco y elegantísimo cochecito. Las hizo Steven Meisel, en el que Madonna confió vídeos y fotografías durante largo tiempo. Años después, fue el elegante Mario Testino el que la fotografió de nuevo para Versace, como combinación atractivísima de directiva, modelo y diva de los 70.

Vuelve, cómo no, de la mano de Versace, sus eternos cómplices, amigos y casi «la famiglia» . Para la publicidad de la primavera de 2015, serán los intelectuales Alas & Piggot, que ya han realizado campañas de publicidad para grandes casas, los que se pongan la medalla. Desafiante, atrevida y directa, Madonna posa con prendas y accesorios negros, que quizás recuerdan bastante a los de Dolce & Gabbana, con los que por cierto mantiene una eterna relación de amor y odio.

Con más photoshop que nunca, pero dueña de un físico envidiable, Madonna aparece dando brillo a una marca abandonada, ajada y bastante olvidada. Los numerosos gestores de Versace a través de estos últimos años, han sido anodinos profesionales que les han sido «impuestos» a la marca por los bancos y sociedades que han financiado la empresa en su peor época. Ninguno de los directivos ha sido capaz de resucitar al enfermo. Es lógico que tanto inversores, como Donatella y Santo Versace, confíen de nuevo en la diosa de oro para que les otorgue un último milagro. Solo ella puede dar el aliento postrero a una casa que fue tan emblemática durante los 80 y los 90.

Si el brillantísimo Gianni Versace volviera entre nosotros, estaría feliz de ver a su gran amiga Madonna Louise Cicconne ponerse al frente de su marca en un nuevo ataque publicitario. Esta inteligente «madonna» de Chicago, representa a una mujer artista, competente, empresaria, madre, valiente, decidida, curiosa y carismática. Nada mejor que volver a utilizar a esta bomba de relojería, con permiso de Beyoncé.