El manto bordado en oro del vestido de «novia embarazada» de Chanel

Sueño en estado puro para una alta costura que es la gran fábrica de sueños de la moda. Y de titulares, porque en eso Karl Lagerfeld es un experto. Maneja como nadie su propia comunicación , y siempre tiene algo que decir en sus desfiles cuando sale acompañando a la última modelo vestida de novia.

La elegida esta vez ha sido Ashleigh Good, que fue la protagonista absoluta del desfile, al ser la novia embarazada que cerró el desfile de Chanel. Una nueva forma que Lagerfeld quiere incluir en su amplio catálogo de novias que ha ido aumentando en los últimos tiempos. Así, tenemos a la pareja de mujeres, novias, que c erraron hace un año el desfile , o la novia rockera inspirada en Maria Antonietta. Guiños a la modernidad que Karl Lagerfeld tanto adora.

Pero el vestido de novia embarazada incluía una capainspirada en los mantos de las vírgenes andaluzas. Concretamente sevillanas, ya que estaba bordado en oro con un diseño muy versallesco. Una pieza excepcional que recordaba a los mejores tiempos de Versalles, cuando el bordado y el oro relucían en cada esquina, y ahora Chanel resucita de desfile en desfile. Una labor artística para la que ha contado con el taller «Cecile Henri Atelier», especializado en el bordado de lujo. Cientos de horas para elaborar esta pieza de alto neopreno blanco y una capa totalmente bordada, puro «barroco depurado».

Sebastien Barilleau es el director artístico de este taller que sirve a Chanel para crear las piezas más elaboradas y exclusivas que forman parte de sus diseños, siguiendo siempre las indicaciones de Karl Lagerfeld, que es quien tiene la última palabra de todo y quien configura todas y cada una de las colecciones que salen de Chanel.

La firma francesa está muy comprometida con mantener los antiguos oficios de artesanía que durante siglos se han llevado realizando en distintos ámbitos, por eso cada año dedica un desfile a estas casas de artesanía, propiedad de Chanel, para homenajear a los «Métiers d'art» que hacen posible que en alta costura se siga soñando. Y sobretodo, que esos sueños se hagan realidad.