Kering invierte en la marca propia de Thomas Maier
El grupo francés se asocia con el director creativo de una de sus marcas, Bottega Veneta
MARIA LUISA FUNES
Sigue el rallye de los grandes grupos por hacerse con más marcas. En una temporada que más bien parece una carrera de obstáculos, los creadores están teniendo ofertas por parte o la totalidad de sus empresas. Los grupos importantes de la industria de la moda ... de primer nivel, se han dado cuenta de que sus marcas principales pueden acabar saturando el mercado. Además, vivimos una época en la que el cliente es más auténtico y no quiere aparentar de modo ostentoso. Logotipos, «made in China» y masificación, no funcionan ya.
Viendo que las «vacas sagradas» de sus grupos se ralentizan, LVMH, Kering, Richemont y Tod’s -entre otros- corren despavoridos a conquistar a los creadores brillantes, consagrados o no. Kering ya ha comprado este año una mayoría en el accionariado de los joyeros Pomellato y de la marca Christopher Kane, así como un paquete minoritario en la empresa neoyorkina Joseph Altuzarra. Su rival, LVMH , ha invertido en la gran casa de tejidos Loro Piana y en Nicholas Kirkwood, zapatero inglés muy a la moda.
Kering, antiguo PPR y Grupo Gucci, lleva trabajando con Thomas Maier durante doce años, desde que le contrataron para ejercer de Director Creativo de Bottega Veneta, entonces una marca denostada y desconocida, hoy la segunda en ventas del grupo tras Gucci. Maier, con su elegancia y la exigencia que muestra por el detalle y lo bien hecho, consiguió relanzar la marca y convertirla en una de las más exclusivas y deseadas del amplio espectro de la moda.
Thomas Maier, como otros diseñadores, ya tenía su propia marca, que en todos estos años ha crecido poco a poco a través de tiendas multimarca, a la sombra de la fama de su dueño. En los últimos años, se abrieron exclusivas tiendas en los Hamptons y Florida. Son el no va más de un estilo elgante, racionalista e impecable.
Se creará una joint venture entre Kering y Maier, que beneficia a las dos partes: para Maier es la única manera de ver su marca propia crecer exponencialmente, debido a las barreras de entrada que suponen las grandes inversiones en logística y tiendas propias. Además, podrá seguir a cargo de Bottega Veneta.
Kering por su parte, alarga su abanico de marcas - su obsesión permanente- adentrándose más en el nicho de las marcas muy exclusivas y personalistas. De hecho, sin lugar a dudas, el genial Thomas Maier fue una de las opciones de Balenciaga o Dior a la hora de buscar reemplazos para sus diseñadores; probablemente, Maier decidió quedarse en una empresa que ya conoce a fondo, a condición de que el grupo Kering invirtiera en su marca personal. Como en los buenos tratos en los negocios, una operación positiva para todos.
Kering invierte en la marca propia de Thomas Maier
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