Lo que une y lo que separa a Rocío Carrasco y Gloria Camila, las hijas en guerra de Rocío Jurado

Hace unos días, parecía que el Ayuntamiento de Chipiona estaba dispuesto a abrir el centro sin la autorización de Carrasco , pero el consistorio ha desmentido las informaciones asegurando que «el museo de Rocío Jurado no se abriría sin la autorización de Rocío Carrasco que es la heredera».

«Rociíto» es, a todos los efectos, la guardiana de la memoria de Jurado. La artista la nombró heredera universal y le legó su patrimonio musical, sus vestidos, joyas, mobiliario y otras posesiones, como el apartamento que poseía en Miami o la finca de Chipiona. A sus otros dos hijos, José Fernando y Gloria Camila, la artista les dejó la legítima, de la que podrán hacer uso cuando cumplan los 25 años. Además, su última voluntad fue que se vendiera la mansión de La Moraleja y se repartiera entre los tres hermanos el dinero conseguido, tres millones de euros.

La lectura del testamento de Rocío Jurado fue, según los implicados, el primer golpe a la relación de Carrasco con la familia Mohedano . Por un lado, está la primogénita de la cantante. En el otro bando se encuentra Gloria Mohedano , Amador Mohedano , su exmujer Rosa Benito , José Ortega Cano , sus hijos y los hijos de Rociíto, David y Rocío Flores . Un bloque muy unido que clama por la apertura del museo.

«Lamentablemente no somos dioses y no tenemos la potestad para hacerlo posible... nosotros no, pero hay quien sí, y estamos esperando» , reclamaba Gloria Camila en su Instagram con una imagen junto a la tumba de su madre, mientras en su stories se ponía irónica y preguntaba que «el museo pa'cuando».

Su enfrentamiento por la situación del museo en honor a Rocío Jurado ha llevado a las hermanas a posiciones irreconciliables, pero no es lo único que se interpone entre su buena relación.

«Me preguntáis mucho pero el museo pero no me preguntáis por mis niños. Para mí lo más importante que mi sobrina tiene que solucionar es el problema con mi Rocío y mi David, con sus hijos. Antes va eso que el museo de su abuela, y nadie me pregunta por ese tema», exponía Gloria Mohedano ante los medios hace un año. Y es que la nula relación de Rocío Carrasco con sus hijos es otra trinchera más en la guerra familiar.

Tanto Rocío como David Flores viven con su padre, Antonio David Flores , desde que alcanzaron la mayoría de edad. Ninguno asistió a la segunda boda de su madre con Fidel Albiac. Y guardan una excelente relación con su tía Gloria Camila. De hecho, ambas jóvenes han demostrado en varias ocasiones la gran amistad que las une, ya que ambas nacieron en 1966.

Y es que tampoco la juventud de ambas siguió los mismos patrones. En más de una ocasión, Rocío Carrasco ha declarado haberlo pasado muy mal por los viajes de su madre: «Llorase o no, se iba de todas formas». Unos momentos difíciles a los que se unió la separación de sus padres y una boda prematura con el padre de sus hijos.

Cuando Rocío Jurado y Ortega Cano volaron a Colombia para adoptar a dos niños, José Fernando, de seis años, y Gloria Camila, de tres, la artista definía aquel día como «el más feliz de mi vida» .

Lo único en lo que parecen coincidir Rocío Carrasco y Gloria Camila es en mantener vivo el espíritu de su madre. Ambas han acudido a diversos homenajes en honor a la artista , pero ni siquiera para esos actos dejan de lado sus diferencias.

Mientras Carrasco fue la encargada de recoger un premio que la comunidad LGTBI concedió a «la más grande», así como de agradecer a Correos el sello dedicado a su madre con motivo del décimo aniversario de su muerte, Gloria Camila asiste cada año a la inauguración de la Semana Cultural Rocío Jurado en Chipiona. El año pasado incluso emocionó a los presentes luciendo un impresionante vestido rojo que perteneció a su madre.