Trump sobre el veredicto de Weinstein: «Es una gran victoria»

A partir de ese vídeo y a pocas semanas de que los estadounidenses fueran a las urnas, varias mujeres le acusaron de incidentes sexuales, como tocamientos inapropiados y otros abusos sexuales. Trump lo negó todo y ganó las elecciones. Pero un año después y tras grandes movilizaciones sociales de mujeres, su llegada al poder fue parte del caldo de cultivo en el que se gestó el movimiento «MeToo», y que se materializó tras las informaciones periodísticas de «The New York Times» y «The New Yorker», con decenas de acusaciones contra Weinstein.

Cuando a Trump le preguntaron ayer los periodistas sobre el veredicto al que fuera «superproductor» de Hollywood, recurrió por instinto defensivo a la pelea política. «Nunca fui un fan de Harvey Weinstein. De hecho, dijo que iba a trabajar duro para derrotarme en la elección», aseguró sobre el peso pesado de Hollywood, que era cercano a los candidatos demócratas y donante de sus campañas. «Le conocía un poco. No mucho. Le conocía porque estaba en Nueva York, pero no era una persona que me gustara», añadió sobre Weinstein, con quien se fotografió sonriente en eventos sociales antes de los escándalos.

«Quienes le quería eran los demócratas», dijo, y citó a Michelle Obama y Hillary Clinton, de quienes dijo que «amaban» a Weinstein.

Fue menos político cuando le preguntaron por el fondo del asunto, por el impacto que el veredicto de culpabilidad de Weinstein tendrá sobre las mujeres que tienen miedo a dar un paso adelante y denunciar sus propios casos de acoso o abuso sexual . «Desde el punto de vista de las mujeres es algo muy bueno, es una gran victoria y manda un mensaje fuerte», reconoció el presidente.

Trump compartía su reflexión sobre el veredicto mientras el productor caído en desgracia pasaba sus primeras horas desprovisto de libertad en un hospital de Nueva York. Weinstein iba el lunes hacia la célebre -e infame- prisión de Rikers Island, en una isla entre los distritos neoyorquinos de Queens y el Bronx, un centro correccional donde la mayoría de los presos esperan a su juicio o cumplen condenas de menos de un año. A medio, camino tuvo que ser trasladado al hospital de Bellevue , en Manhattan. Sufría dolor en el pecho , y su principal abogada en el juicio, Donna Rotunno, aseguró que tenía hipertensión y palpitaciones cardiacas.

Su defensa trató de convencer al juez del caso, James Burke, para que le concediera la libertad bajo fianza por cuestiones médicas, pero la petición fue denegada. Al cierre de esta edición, Weinstein seguía en una unidad especial para detenidos del hospital y esperaba la visita de su equipo legal, que asegura que sufre diversas dolencias de entidad, como una operación de espalda que no salió bien y problemas cardiacos crónicos.

Weinstein, de 67 años, tendrá que volver a los juzgados el 11 de marzo, cuando comience la fase de sentencia, que podría mandarle a prisión entre 5 y 29 años . Pero ahí no acabará su pesadilla: tiene cargos por delitos sexuales relativos a dos incidentes en Los Ángeles, en un proceso judicial para el que todavía no hay fecha de comienzo pero que podría extender su paso por la cárcel.