Tamara Falcó califica de «tonterías» la supuesta alergia de Enrique Iglesias a las exclusivas

El secreto con el que han organizado cada detalle de este enlace ha sido lo más comentado casi de esos días de misterio en la isla. Mientras las notas de prensa de los diseñadores que prestaban sus vestidos a los novios anunciaban que el casorio sería el día 8 de diciembre al final fue el 7, antes de lo anunciado, y con el fin de evitar más filtraciones que las justas. Algo más de sesenta personas , muy pocos amigos de los padres por no decir nadie, la familia casi al completo con ausencias no sOlo de Enrique Iglesias, sino también de los hermanos por parte de padre de la novia (los Boyer) y mucha imagen idílica para reflejar la historia de amor de una pareja que nunca ha sado un escándalo.

Sin duda una ceremonia que pone fin a un noviazgo por el que Ana Boyer, la más lista y con mejores notas de los hijos de Preysler, colgó su toga de abogado abanadonando el despacho, donde había comenzado a trabajar para seguir los pasos del tenista. Una pena ya que en ella Boyer vio no solo una hija muy querida y cariñosa sino, una mujer con un expediente académico que recordaba al que tuvo el exministro en sus años de juventud. Pese a todo Ana ha optado por ejercer de señora de Verdasco y abandonar el sueño que cualquier universitaria desea cumplir el día de su graduación.

Tanta exclusiva contrasta con el generoso acto que se vivió en el hotel Palace con motivo de la subasta benéfica de los capones Cascajares que este año la recaudación fue para la Fundación Aladina . Ahí estaba en primera fila paco Arango para animar a los asistentes a que pujaran por unos capones que fueron a parar a manos de importantes restauradores que siempre se suman a esta iniciativa que con tanta gracia anima Josemi Rodríguez Sieiro quien tuvo hasta su propio capón con su nombre. Juncal Rivero y Vicky Larraz fueron parte de esta original velada que siempre nos retrotrae a la boda de los Reyes Felipe y Letizia cuando en su menú nupcial no faltó el capón de cascajares como plato fuerte. Desde entonces se ha hecho un clásico en muchas mesas españolas.