Simon & Garfunkel, la resurrección
Su recuerdo no sólo ha vendido millones de discos, ejemplifica, además, las grandes virtudes de un modo de hacer canción folk que -sabiéndose definitivamente instalado en la conciencia popular- quiso aproximarse poco después de que mediase la década de los 60 al público de todo ... el mundo. La emblemática pareja formada por Paul Simon y Art Garfunkel resucita en estos días gracias a la edición de la grabación en directo del concierto que ambos ofrecieron en el Lincoln Center neoyorquino el 22 de enero de 1967.
El álbum, que se pone hoy a la venta con el título «Live from New York City, 1967», tiene carácter inédito y en él se incluyen 19 canciones de las cuales quince jamás habían sido escuchadas en estas versiones, salvo en las numerosas ediciones pirata que funcionan en el mercado negro. Entre ellas, «Hew was my brother», «I am a rock», «The sound of silence» y «Wednesday morning, 3 A.M.», todos auténticos estándares en las antípodas de sus primeros éxitos pop de la década anterior, cuando se hacían llamar Tom & Jerry y apenas eran un par de adolescentes.
Herederas de una tradición folkie que se reconocía en dos iconos esenciales, Bob Dylan y Phil Ochs, las canciones de Simon & Garfunkel marcan una época cruzada por acontecimientos que cambiaron definitivamente el mapa del siglo XX: las postrimerías de la guerra de Vietnam, las protestas estudiantiles de los «mayos» del 68 y el recrudecimiento de la guerra fría, entre otros. A todo ello sirve bien la ambiciosa poesía de sus textos (Paul Simon ha declarado a menudo la influencia recibida en sus primeros años por los escritos de Robert Frost y Emily Dickinson) y una forma de concebir la música que ya es historia.
Cabe apuntar que los créditos de «Live from New York City, 1967» avanzan que, tanto Paul Simon como Art Garfunkel, han tomado parte en el proceso de producción del disco, quedando en manos de la prodigiosa tecnología de nuestros días la eliminación de molestos ruidos de ambiente, habituales en las grabaciones de aquellos años. La entrega se completa con un pequeño libreto en el que se publican las inteligentes notas de Anthony DeCurtis, periodista ganador de un Grammy en 1989 por su texto para la antología discográfica «Crossroads» de Clapton.
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