Sarah Ferguson, cada día más encantada con su amigovio español

Hace pocas semanas, Ferguson y Fernández acudieron juntos a la boda de Bob Geldof y Jeanne Marine en el sur de Francia. Poco antes de la ceremonia, la pareja dio un romántico paseo cogida de la mano por las playas de Rayol-Canadel-sur-Mer , un pequeño pueblo de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul . No muy lejos de allí, en Cannes, la Duquesa de York y el empresario hicieron su primera aparición pública en el mes de mayo. En aquella ocasión, acudieron juntos a la gala benéfica contra el sida que organiza todos los años la American Foundation for AIDS Research.

Desde aquella puesta de largo, en la que la pareja negó el romance , Fergie y Manuel son inseparables . En junio se les vio en la Fórmula E, el certamen de coches con motores eléctricos creado por Alejandro Agag , yerno de José María Aznar , y en septiembre reaparecieron en la escena londinense y en el sur de Francia, donde no ocultaron su amor en la boda de Geldof . Como testigos estaban celebrities de la talla de Richard Branson o Demi Moore.

York y el español aún no han hecho oficial su relación, pero hay un dato que no pasa desapercibido entre las amistades de la nuera de la Reina de Inglaterra. Ferguson, que hasta el mes de agosto vivió con su exmarido en la residencia Royal Lodge, en Windsor, ha decidido «independizarse»... veinte años después de su divorcio del Príncipe Andrés. Además, Manuel ya es un invitado habitual en « Chalet Helora », la «cabaña» de 13 millones de libras que compraron Fergie y Andrés en la elitista localidad suiza de Verbier.

«Es raro volverse conocido por ser amigo de alguien, pero con Sarah estamos trabajando juntos en algunos grandes proyectos para ayudar a otras personas», decía Fernández a ABC en el mes de junio . De padre madrileño y madre irlandesa , el «amigovio» de Fergie se considera británico, aunque habla español y puede presumir de ser un exitoso emprendedor global, dueño de una productora de cine llamada Braveheart (corazón valiente) .

Pero ese no es el único proyecto que tiene entre manos. En su vida profesional ha fundado varias firmas, la más reciente una compañía de Internet sobre hábitos de vida llamada vVoosh, «un revolucionario acercamiento a lo que consideramos las redes sociales». «Es una plataforma de estilo de vida que ayuda a la gente a cumplir sus sueños. Nuestro objetivo es contribuir a que las personas alcancen sus metas en el mundo real más que en el virtual», explicaba.

La plataforma comenzará a funcionar a finales de este año en Europa y aterrizará en China en 2016. vVoosh donará el diez por ciento de su beneficio neto a la vVoosh Charity Foundation, una ONG que apoyará proyectos solidarios. Precisamente esa vena filantrópica es lo que le habría unido a la Duquesa de York. Que nadie separe lo que el humanitarismo ha unido.