Las polémicas herencias de los famosos
Los parientes lejanos de Chavela Vargas, las hijas de Uribarri, el legado de la duquesa de Alba o el hijo de Rocío Jurado, entre los casos más destacables
Cuando hay un gran patrimonio en juego, las herencias pueden suponer el inicio de una guerra encarnizada hasta en las mejores familias. La última disputa que hemos conocido es por el legado de la cantante Chavela Vargas, fallecida el pasado 5 de agosto . Con ... su muerte ha comenzado una lucha por lo poco o mucho que ha dejado, entre su familia de Costa Rica, a quienes llevaba años sin ver, y quien fue su acompañante y apoderada en estos años, la periodista María Cortina, quien niega que exista algo por lo que pelear.
No son los únicos. La reciente muerte del presentador José Luis Uribarri también desató la polémica por el robo en el tantorio del bolso de su hija pequeña Laura , que supuestamente sería la gran beneficiada en el testamento de «la voz de Eurovisión». En cualquier caso, su hija más mediática, Susana, ya adelantó que no entraría en polémicas y que su intención es acatar lo que haya dejado dicho su padre.
En los últimos meses, otro que ha reclamado su herencia ha sido el hijo de José Ortega Cano y la fallecida Rocío Jurado , José Fernando. El díscolo joven, que acaba de cumplir 18 años, ya puede disponer del dinero que le dejó su madre, aunque a su padre no le hace ninguna gracia.
La duquesa de Alba también decidió repartir su herencia en vida entre sus hijos el verano pasado antes de contraer matrimonio con Alfonso Díez. Cayetana repartió todo su legado entre sus hijos, siendo ella usufructuaria de los bienes hasta que fallezca, pero no todos quedaron contentos. Su hijo Jacobo, conde de Siruela, no estuvo de acuerdo con el reparto , según relató la propia duquesa a «El Programa de Ana Rosa», donde dijo de su nuera Inka Martí que era «mala y mentirosa».
Carmen Thyssen y su hijo Borja se encuentran desde hace años envueltos en una batalla personal por la nula simpatía de la baronesa por su nuera Blanca Cuesta , que ha acabado en los tribunales por la presunta herencia que el barón dejó a Borja. El joven reclamaba judicialmente a su madre un «giaquinto» y un «goya», pero la Audiencia Provincial de Madrid archivó la querella.
Los que también tuvieron sus más y sus menos, aunque terminaron limando asperezas, fueron el marido y los dos hijos mayores de Rocío Dúrcal . Antonio y Carmen denunciaron a Junior tras descubrir que el legado de su madre contaba con más bienes de los que aparecían en el testamento que realizó en 1992. Tras dos años de desencuentros, han conseguido restablecer las relaciones familiares.
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