Tita Thyssen persigue a su hijo
El verano no da tregua entre Borja Thyssen y su madre, que lo busca en Ibiza
beatriz cortázar
Fue el verano pasado cuando la baronesa Thysse n a punto estuvo de encontrarse con su hijo Borja en una conocida tienda de Ibiza donde Tita sabe que Borja suele comprar. Esa tarde a su hijo le avisaron de que su madre ... rondaba la zona y prefirió hacer oídos sordos y seguir con su ruta.
Ayer, los que estaban en el puerto ibicenco de Marina Botafoch pudieron comprobar cómo a la misma hora en que salía el barco en el que iban Borja y Blanca hacia Formentera, apenas con ocho metros de distancia hacía lo mismo el Matamúa con Tita, Manolo Segura y su mujer a bordo. La misma ruta, el mismo horario pero con barcos muy diferentes.
La baronesa ha recuperado el «cash» tras la venta del Constable y está disfrutando de su yate de lujo sola o en compañía de su ex. Enfrente, Borja y Blanca con sus dos hijos y el tercero que está en camino. Este verano se han instalado en un piso alquilado junto al puerto tras vender la casa en la que vivieron durante los años que pasaron en la isla.
Desencuentro
Sin embargo, y a pesar de la cercanía, los barcos no se saludaron a modo de sirena ni sus pasajeros hicieron maniobras con las manos. Se observaron en la distancia y es que la víspera también habían hecho el mismo trayecto, sólo que ese día la noticia estaba en Borja, que cumplía años. Por eso, tras pasar el día con sus hijos y amigos en Formentera, el matrimonio lo celebró con una cena en el restaurante Cipriani a la que no estuvo invitada la baronesa.
Aunque públicamente parece como si Tita buscara esa foto de «reconciliación», lo cierto es que en privado nada ha cambiado salvo para mal.
Con demandas interpuestas por ambas partes Borja solo pide respeto para Blanca
Según me cuentan amigos comunes, fue sobre las diez de la noche cuando la baronesa dejó un mensaje de feliz cumpleaños a su hijo en el buzón de voz de su teléfono. En ese momento Borja estaba celebrando su fiesta y no vio la llamada hasta casi el final de la noche. No hubo respuesta al escueto «feliz cumpleaños» y es que las cosas no se arreglan tan fácilmente o aprovechando un aniversario como excusa.
Con demandas interpuestas por ambas partes y con un rechazo frontal a la esposa y madre de sus hijos, Borja solo pide respeto para Blanca, para poder empezar a limar asperezas.
Un nuevo nieto
Pero mientras ese respeto no llegue, nadie espere que esta guerra que ya incluye visitas al juzgado mengüe. Tita nunca aceptó el enlace de su hijo con Blanca Cuesta y ni siquiera el primer hijo de la pareja, Sacha ; ni tampoco el segundo, Eric, lograron rebajar la tensión.
Ahora, Tita insiste en propiciar escenas de tranquilidad con toda la familia reunida. Nada fácil, pues tanto Borja como Blanca prefieren continuar con su rutina junto a sus dos pequeños y no alimentar más aún la polémica. Ellos viven felices en Madrid, donde tampoco coinciden con la baronesa, que sigue intentando hacerse la encontradiza.
Embarazada de cinco meses , Blanca Cuesta espera su tercer hijo. Quizá este nuevo nieto de Tita, que tampoco conoce al segundo hijo de Borja, facilite el acercamiento entre madre e hijo. Quizá.
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