Nicole y Tom, qué ruina de estrellas

Desde que ganó el Oscar a la mejor nariz por su interpretación de Virginia Woolf en «Las horas», la rentabilidad de Nicole Kidman ha caído en picado y, de media, sus películas sólo generan un dólar por cada «pavo» que cobra. El año pasado la proporción era de ocho a uno. Con sus últimas cifras, ni aunque el resto del reparto trabaje gratis salen rentables sus producciones. Los fracasos de «La brújula dorada», «Invasión» y «Margot y la boda» la han puesto en la picota, aunque sus defensores creen que con «Australia» remontará el vuelo de la mano de Baz Luhrmann, quien ya la dirigió en «Moulin Rouge». La actriz hereda el dudoso trono del también antípodo Russell Crowe, quien puede presumir de un «progresa adecuadamente» después del estrepitoso suspenso que cosechó la temporada pasada. El ex gladiator ya «sólo» es el décimo octavo intérprete más ruinoso del orbe. Los diecisiete puestos que ha avanzado obedecen en medida a que compartió protagonismo con el taquillero (este sí) Denzel Washington en «American gangster».

El informe de «Forbes» tiene en cuenta la relación entre el sueldo y la taquilla (mundial y en DVD) de los tres últimos títulos de cada actor estudiado, siempre que se hayan estrenado después del 1 de enero. No se contabilizan las películas de animación, los papeles secundarios ni los sueldos por debajo de los cinco millones de dólares, que los de «Forbes» no se entretienen con miserias salariales.

Con estas premisas, ni siquiera un tipo al que vemos corretear tan amenudo por la gran pantalla como Tom Cruise es garantía de éxito, sobre todo después de la pobre acogida de «Leones por corderos». Por su parte, la ex televisiva Jennifer Gardner ha cavado su fosa con títulos tan premonitorios como «Las vueltas de la vida» y «La sombra del reino».

Otras estrellas que corren el riesgo de ver recortados sus salarios (o quedarse en el banquillo durante una temporada) son Cameron Díaz -a la que no salva ni la aceptable recaudación de «Algo pasa en Las Vegas»-, Jennifer López, Jim Carrey, Nicolas Cage, Drew Barrymore, Will Ferrell e incluso Cate Blanchett, que cierra la clasificación en el décimo puesto.

No obstante, ni después de conocer estos datos ni con la peor de las crisis es posible esperar que los ejecutivos de Hollywood recapaciten y se tambaleen los cimientos del «star system». Como dejó escrito el guionista William Goldman, la clave que sostiene el chiringuito del espectáculo es que aquí «nadie sabe nada», por lo que más vale seguir pagando mucho a unos pocos y, en cuanto dejen de funcionar, cambiarlos por otros.